Los otros extranjeros

Con referencia a las últimas encuestas sobre la xenofobia de los españoles querría describir unas impresiones como extranjero que vive en este país.Soy austrIaco de nacionalidad y trabajo aquí como profesor de alemán. Hasta ahora no me siento discriminado por la sociedad española, pero sí por el gobierno del Estado. Mientras el ministro de Interior se pregunta por qué los pobres inmigrantes ilegales de Africa no intentan legalizarse, los extranjeros del norte que cubrimos una demanda muy grande y aún creciente en la enseñanza de idiomas en España tampoco tenemos la posibilidad de legalizarnos de una manera satisfactoria.

El Gobierno nos deniega el permiso de trabajo de un año con la simple razón de que no queda "justificada la necesidad o conveniencia para el empleo y la economía nacional". Para legalizarnos de alguna manera se han inventado cada año varios viajes al país de origen, pero que nunca nos facilitará establecernos en España de forma definitiva. Es decir, un día tendremos que marchamos de aquí porque no podemos trabajar sólo nueve meses y luego pasar tres meses sin trabajo como asilados en nuestro país de origen.

Por qué no es posible elegir nuestro domicilio en un país donde obviamente no quitamos el trabajo a nadie y donde también gastamos prácticamente todo el dinero que ganamos aquí. No creo que molestemos a nadie-