El difícil papel de Poli y Agustín
La pelea que mantienen los dos sindicatos mayoritarios, UGT y CC OO, a cuenta de las elecciones sindicales ha colocado en un difícil papel a sus respectivos responsables de acción sindical, Apolinar Rodríguez y Agustín Moreno. Ellos son en estos momentos casi el único nexo de unión entre las dos centrales y quienes se han mantenido al margen de polémicas desde los problemas surgidos en el mes de julio pasado a raíz de los preavisos de elecciones.Los dos sindicalistas están haciendo una tarea sin duda titánica para mantener la unidad de acción sindical, que desde ahora va a ser distinta, en el fondo y la forma, al idilio iniciado hace cuatro años.
A partir de 1987, esa unidad en las bases de los dos sindicatos era poco menos que imposible y fueron las cúpulas de las dos centrales las que apostaron por ese modelo de acción. Ahora los problemas, ataques y descalificaciones se están cruzando desde la máxima dirección de los sindicatos y es en las empresas donde se ha logrado una entente cordial.
De esas malas relaciones han quedado fuera Apolinar Rodríguez, Poli, y Agustín Moreno, los encargados de poner en común todas las iniciativas sindicales en las que las demandas tienen coincidencias de fondo. Es el caso de la discusión del decreto de revalorización de las pensiones o la reconversión del sector minero. Lo van a tener más complicado a la hora de elaborar una plataforma unitaria para los convenios de 1991 ya que en UGT ha sentado muy mal que CC OO se haya adelantado para diseñar su documento. La central ugetista no lo concluirá hasta las jornadas que sobre negociación colectiva va a celebrar los días 10 y 11 de enero y se ratificará en el comité confederal de los días 24 y 25 de enero.
Sólo a finales de ese mes habrá alguna posibilidad de que la plataforma unitaria se establezca tomando como referencia los respectivos documentos, en los que hay demandas muy similares. En materia salarial, tanto UGT como CC OO van a reclamar incrementos en tomo al 9% y un salario mínimo garantizado de convenio consistente en 70.000 pesetas mes, en 14 pagas al año.
También se proponen lograr compromisos para la conversión de contratos temporales en fijos, reducir la jornada y aplicar por la vía de la negociación colectiva avances que vayan más allá de la ley sobre control sindical de los contratos que está a punto de concluir su trámite parlamentario.
Agustín Moreno cree que no tiene porqué haber problemas, ni en el contenido ni en el procedimiento, para elaborar una plataforma unitaria, ya que en los últimos cuatro años se ha llegado a ella poniendo en común sus respectivas propuestas.
Apolinar Rodríguez avanza que la colaboración entre las dos centrales se mantendrá "donde sea posible" y por ello considera muy importante que en el área de acción sindical se haya mantenido "un respecto mutuo" y un trabajo conjunto muy amplio.
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