El Barça inició la liguilla de la Copa de Europa con un triunfo en Leverkusen
El Barcelona, consciente de su limitaciones y puntillosamente mentalizado en la necesidad de plasmar su superioridad en situaciones límite, obtuvo ayer la primera victoria de las 14 escaramuzas en las que debe dirimir su batalla para acceder a las semifinales de la Copa de Europa.Pero la primera experiencia acabó felizmente después de haber rozado los límites tolerables, puesto que estuvo a punto de quedarse sin jugadores. A diez minutos del final (70-66), Norris, Ortiz, Solozábal y Trumbo ya habían sumado su cuarta falta personal. Pero fue en los dos minutos decisivos, a los que se llegó con un 88-90 en el marcador, cuando mejor actuó el Barcelona guiado por Epi y Norris, que enmendó con creces su lamentable inicio de partido.
El Barcelona buscó la resolución lo más cercana posible al aro en la que Norris, Ortiz y Trumbo debían hacer valer el privilegio de su superioridad técnica frente a la oposición meramente física e insuficiente de los pívots del Bayer. Pero en este entramado no se contaba con que. Norris acumulase su cuarta personal cuando todavía no se habían cumplido cinco minutos, máxime cuando le tocó emparejarse con el gigante Benke (2,20 metros), que ratificó instantes después sus tremendas limitaciones técnicas al irse al banco con tres faltas y un solo intento fallado de hacer canasta tras 10 minutos de juego. Trumbo, sin duda, le sujetó mucho mejor que Norris.
Weld, ex profesional de la NBA, no mejoró ofensivamente la labor de Benke, con una horrorosa serie inicial de una canasta de seis lanzamientos. Pero tanto él como Benke capturaron los rebotes suficientes para asegurar la munición a sus compañeros.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.