Perecen los ocho tripulantes de un pesquero que colisionó con un mercante frente a las costas gallegas

Los ocho tripulantes de un pesquero hispanomarroquí perecieron al colisionar el barco, durante la noche del pasado lunes, contra un mercante de bandera surcoreana a 14 millas de las costas gallegas a causa del temporal. El pesquero, en el que viajaban cuatro marineros marroquíes y otros cuatro surcoreanos, se partió en dos y su proa se hundió a 200 metros de profundidad. La otra parte del casco del barco fue inspeccionada a última hora de ayer en la ría de Arosa y en ella no se encontró ningún superviviente. Sin embargo, el mercante coreano apenas sufrió daños. El temporal también hizo perder frente a las costas gallegas a un mercante indio 36 contenedores, tres de los cuales transportaban mercancías consideradas peligrosas.

La colisión se produjo a las 21 horas del pasado lunes a unas 14 millas de Finisterre, donde no había buenas condiciones de visibilidad y las olas alcanzaban los siete metros. El pesquero siniestrado, Bnou Ishak, un congelador de la empresa armadora hispano-marroquí Octavio Marco, de 70 metros de eslora, acababa de ser construido en un astillero francés y se dirigía hacia el puerto de Las Palmas, donde tenía previsto establecer su base.La tripulación del portacontenedores surcoreano Hanjin Felixitowe, relató a los marineros del Remolcanosa 20, que participó en las tareas de rescate, que tan sólo sintieron un fuerte golpe en el casco y cuando reaccionaron ya sólo pudieron observar la popa del pesquero desprendida del resto del casco.

Dos horas y, media después del accidente llegaron a la zona dos, helicópteros, del Servicio Áereo de Rescate y de la Xunta de Galicia. Pero todos los rastreos realizados ayer en busca de superviviente resultaron infructuosos. Sólo un mercante sueco que navegaba por la zona halló a las 8.30 horas de ayer una de las lanchas salvavidas del Bnou Ishak, pero en sus inmediaciones tampoco fue posible avistar a ninguno de los marineros desaparecidos. La proa del barco, donde se supone que se encontraba la tripulación en el momento del accidente, está hundida a 200 metros.

El temporal impidió que los restos del buque que se mantenían a flote fuesen inspeccionados en la zona del siniestro. El Remolcanosa 20 los transportó hasta la entrada de la ría de Arosa donde tras fondear pudo observarse que no se encontraba en ellos ningún superviviente. El remolcador tenía previsto depositar a última hora de la noche de ayer la popa del pesquero en el puerto de Vilagarcía de Arousa. El otro buque envuelto en el accidiente se dirigía anoche al puerto de La Coruña, donde será inspeccionados por técnicos de la Dirección General de Marina Mercante.

Por otra parte, un mercante de bandera india perdió el pasado lunes a causa del temporal quo azota al Cantábrico 36 contenedores, tres de los cuales transportaban mercancías catalogadas interncionalmente como peligrosas. Estos tres vagones se encuentran presumiblemente hundidos a 36 millas del cabo de Estaca de Bares, en el extremo noriental de la provincia de La Coruña, y según la Dirección General de la Marina Mercante, su presencia no reviste ningún peligro para la población civil de la zona.

Los tres contenedores con mercancías peligrosas transportaban 13 toneladas de ferrosicilio, otras 13 de peróxido de sodio y nueve de peróxido de butilo, sustancias que al contacto con el agua pueden desprender humos tóxicos. Los técnicos de Marina Mercante creen que por su peso debieron hundirse en el mismo lugar donde el mercante de bandera india Vishva Ajay perdió el pasado lunes por causa del temporal otros 33 vagones. Esta zona está localizada a 36 millas al noreste de Estaca de Bares, una distancia de la costa que salvaguarda a la población civil de cualquier peligro.

El Vishva Ajay se encuentra fondeado desde últimas horas del pasado lunes en el puerto de Gijón, donde su capitán se negó en reiteradas ocasiones a revelar el contenido de los vagones perdidos. Fue en la tarde de ayer cuando Marina Mercante confirmó que tres de ellos transportaban mercancías peligrosas, otros seis estaban vacíos y el resto almacenaba carga general.

El lugar del accidente ha sido rastreados por helicópteros del Servicio Aéreo de Rescate y de la Xunta de Galicia.