Los primos perdidos de Europa
Los países balcánicos son los primos olvidados de Europa. Antes de las revoluciones del año pasado, que derribaron del poder a los comunistas, los Gobiernos occidentales prestaban atención a Polonia, Checoslovaquia y Hungría. (...) Rumania y Bulgaria no tuvieron jamás la misma suerte.La historia les ha legado siglos de desgobierno y de promesas rotas sobre la reforma agraria. El comunismo cargó a sus conformistas poblaciones rurales con los peores excesos del estalinismo. Las pequeñas élites intelectuales y de clase media fueron reprimidas y marginadas socialmente. Estos países balcánicos se convirtieron en un lugar atrasado de Europa, y pueden continuar así, a no ser que los Gobiernos occidentales y las nuevas democracias de Europa oriental lo eviten.
(...) Si los Gobiernos occidentales se retrasan en mandar ayuda, la región se puede convertir en tierra fértil para neofascistas, nacionalistas e inestabilidad. Ya está ocurriendo esto en Bulgaria, Rumania y en zonas de Yugoslavia. (...) Podría comenzar la llegada de créditos para programas de estabilización, sin los que la pobreza y el populismo se incrementarán. Sin reconocimiento de :os Gobiernos occidentales, los sentimientos antioccidentales podrían florecer. La ayuda debe estar directamente unida a los derechos humanos, la democracia parlamentaria y el respeto por las minorías étnicas.
5 de diciembre