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El amigo electrónico

200 ancianos tendrán un servicio permanente de alarma médica y psicológica

Luz Sánchez-Mellado

A partir de enero, 200 ancianos que viven solos en el centro de Madrid tendrán un compañero electrónico. Una especie de reloj colgado de sus cuellos o abrazado a sus muñecas se convertirá en su nexo de unión con una red asistencial médica y psicológica que acudirá de inmediato en caso de urgencia al domicilio del titular con el auxilio necesario en cada caso. Este invento mecánico, contratado por el Ayuntamiento de forma experimental, intentará evitar que se repitan las docenas de casos anuales en los que la vecina, el portero o el cobrador del gas se encuentra tras la puerta cerrada de un piso el cuerpo consumido de un anciano al que la muerte ha sorprendido solo en la cama o sentado en su butaca del cuarto de estar.En los 45 tórridos días que transcurrieron desde mediados del pasado mes de agosto y la primera semana de octubre, 11 ancianos madrileños fueron noticia por primera y última vez en su vida. Sus cadáveres fueron encontrados en sus domicilios días después de haber fallecido. Para ellos, uno de los temores más nombrados por los ancianos en las encuestas de opinión -morir solo y sin ayuda exterior- acabó siendo una terrrible realidad.

Auxilio médico o moral

A falta de familiares, amigos o vecinos que se hagan cargo de los miles de ancianos que viven solos en Madrid, una alarma electrónica puede servir de cordón umbilical con los profesionales capaces de evitar este dramático final. Al menos eso ha pensado la Concejalía de Servicios Sociales, que ha decidido poner a disposición de 200 ancianos residentes en el centro de la ciudad un dispositivo, gestionado por una firma privada, que les permita pedir auxilio médico, moral, psicológico, policial.Se trata de un avisador electrónico que, accionado por el anciano, conecta automáticamente el teléfono de su propietario con una denominada Central Doméstica de Emergencia a la que el anciano puede exponer su problema y desde donde se enviará la ayuda necesaria.

Para supuestos graves en los que el anciano se vea imposibilitado siquiera de pulsar el dispositivo avisador, una alarma avisará a la central de que el titular del aparato puede estar en dificultades. La señal de emergencia automática está conectada a la cisterna del inodoro y se acciona automáticamente si el anciano no ha tirado de la cadena en un plazo máximo de 37 horas.

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Sobre la firma

Luz Sánchez-Mellado
Luz Sánchez-Mellado, reportera, entrevistadora y columnista, es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense y publica en EL PAÍS desde estudiante. Autora de ‘Ciudadano Cortés’ y ‘Estereotipas’ (Plaza y Janés), centra su interés en la trastienda de las tendencias sociales, culturales y políticas y el acercamiento a sus protagonistas.

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