Comienza el 'circo blanco'

La temporada de esquí de competición se inicia el sábado con las Copas del Mundo masculina y femenina. El grueso del circo blanco se pone en marcha con bastantes novedades. Para España, será fundamental la reaparición de Blanca Fernández Ochoa, después de un año sin competir. En el plano internacional, las retiradas de los suizos Pirmin Zurbriggen, Marla Walliser o Michela Figini dejarán el camino libre a su compatriota Vreni Schneider, al luxemburgués Marc Girardelli o al italiano Alberto Tomba.

El mundo del esquí se encuentra expectante ante una nueva temporada plagada de incógnitas. Se espera que las condiciones climatológicas y el efecto invernadero no se ceben otra vez con este deporte.La temporada pasada, llena de suspensiones, supuso casi el desastre y una seria crisis en la que desapareció incluso el patrocinador. Ahora, la competición en sí se presenta suficientemente abierta como para atraer la atención, pero la falta del elemento fundamental puede ser fatal si se repite por segundo año consecutivo.

Los cambios de nombres que aspiran a los triunfos en las distintas clasificaciones de las Copas del Mundo masculina y femenina (general absoluta y las parciales de eslalon, gigante, supergigante y descenso) dan a la edición 1990-1991 del circo blanco un interés bastante distinto al de años anteriores. El sábado, en la estación italiana de Valzoldana se disputan un eslalon y un gigante femeninos, y el domingo, en la francesa de Valloire, un supergigante masculino.

El regreso a la alta competición de Blanca Fernández Ochoa a sus 27 años, tras uno sabático por lesión, es uno de los atractivos. Lesionada en un hombro poco antes de comenzar la temporada anterior, cuando se entrenaba en un glaciar, decidió abandonar toda la temporada con buen criterio. Tras una operación obligada en su hombro poco hubiera podido brillar en el final del cielo anterior.

La incógnita ahora, sin embargo, es qué secuelas le ha dejado la inactividad, más que la lesión en sí. Psicológicamente parece que ninguna, pues asumió su situación de forma magnífica. Físicamente se ha preparado tan bien como siempre. Esquió en verano en Argentina y en otoño en los glaciares de Noruega, Austria, Francia e Italia. Su edad, aunque muy avanzada para la media de la elite mundial, puede perjudicarle relativamente, pues tiene claro tras haber perdido un año que su meta final está fijada en los Juegos Olímpicos de Albertville, en 1992. En 199 1, como otra piedra de toque, estarán los Campeonatos del Mundo de Saalbach (Austria).

Su principal rival será la suiza Vreni Schneider, la única suiza de máximo nivel que continúa en competición, pero precisamente la más completa. Y la austríaca Petra Kronberger, que se aprovechó de una lesión suya durante la temporada para ganar la última Copa del Mundo.

Las retiradas de otras helvéticas, como María Walliser o Michela Figini, no afectan a Blanca, que no corría descensos, con lo que se va a encontrar las mismas rivales, salvo la yugoslava Mateja Svet

Girardelli-Tomba

En hombres, y siempre con la amenaza de jóvenes como el noruego Furuseth, la retirada de Pirmin Zurbriggen, claro vencedor de la última Copa y máximo dominador del esquí mundial en los últimos años tras el sueco Ingemmar Stenmark, deja el camino libre a una lucha en la deben ser principales protagonistas el luxemburgués -ex austriaco- Marc Girardelli y el italiano Alberto Tomba, los que más brillaron tras él.

Girardelli reaparece también después de una temporada lesionado y ya sabe lo que es ganar una Copa del Mundo absoluta. Es el más completo, pues hace dos años incluso ganó descensos. Alberto Tomba, la última bomba en las pruebas de habilidad, doble campeón olímpico en Cagliary 88, siempre es una incógnita por su carácter tan particular. Tras su reciente enfrentamiento con el mismo director técnico del equipo italiano, Sepp Messner, amenazó con irse a San Marino en una fuga al estilo Girardelli, aunque eso le supondria perder al menos esta temporada.