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Reportaje:

"¿Dónde está Bobbie?"

Los soldados nortemericanos en el Golfo, cautivados por una presentadora de la CNN

La frase se ha hecho popular entre las tropas estadounidenses estacionadas en Arabla Saudí: "¿Dónde está Bobbie?", preguntan en voz alta los soldados norteamericanos cada vez que ven a un equipo de la Cable News Network (CNN). Los militares se refieren a Bobbie Battista, la rubia presentadora del programa CNN'S world day, una de las caras más conocidas de la televisión mundial y el fiel reflejo del poder de difusión que ha alcanzado esta emisora en el mundo.En la biografía que entrega CNN no figura su edad. Nació, eso sí, en la localidad de Iowa Clty (Iowa), y su rostro forma parte, hoy por hoy, de la vida cotidiana de este país, pese a que su carrera no ha sido tan meteórica ni brillante como la de otras presentadoras supercotizadas, Diane Sawyer (ABC) o Connie Chung (CBS).

Battista es rubia, y todos hombres y mujeres, coinciden en que es atractiva, que su voz es muy dulce y que su aspecto es muy elegante. Battista, en definitiva, cae bien a todos, y los soldados destinados en Arabía no son los únicos que se han enamorado de ella. En las redacciones de las emisoras de televisión de medio mundo ocurre lo mismo. Bobbie se ha convertido en la amiga inseparable de miles de periodistas y reporteros y en profesora particular de inglés de millones de personas.

Durante la democratizació de los países del Este y la llegada masiva de periodistas occidentales, muchos polacos, checos y húngaros destaparon otro de los encantos ocultos de esta presentadora, al reconocer que sus primeras lecciones de inglés las habían aprendido viendo CNN y escuchando a Bobbie Battista.

John Zvereff es el director del Instituto de Estudios Norteamericanos (IEN) de Barcelona, y según su opinión, el efecto CNN como vía de aprendizaje del inglés se nota mucho más en el Este de Europa que entre sus estudiantes barceloneses. Zvereff, sin embargo, explica que para él la potencialidad didáctica de CNN es "enorme" y que se refleja "en el hecho de que esa emisora esté preparando una programación especial para la enseñanza del inglés".

Herramienta lingüística

El director del IEN reconoce que la mayor parte de alumnos de su instituto prestan una atención relativa a esta emisora, "porque tienen otros muchos estímulos que los que se pueden encontrar en el Este", pero explica que CNN y la propia Battista son, efectivamente, "una herramienta lingüística, una ventana abierta a la sociedad y tipo de vida americana y al inglés que se habla en Estados Unidos".Battista no es ajena al impacto sociológico que ha creado con su imagen y su estilo de contar las noticias. Tampoco desconoce que muchos tratan de superar barreras idiomáticas sintonizan do su programa. Desde su despacho en Atlanta (Georgia), la presentadora comentó a EL PAÍS que cuando estuvo en Polonia hace dos años se sorprendió de que su rostro fuera "tan popular".

La presentadora de CNN explica que cuando confecciona los textos de sus noticias para la edición internacional de su informativo no utiliza "un inglés más claro ni un vocabulario más sencillo, pero sí trato de explicar las informaciones de forma que puedan ser entendidas por cualquier persona que las escuche y, allí donde ésta se encuentre" .

Battista se siente cómoda con la idea de que su rostro se ve en 90 países, y opina que CNN, cuyo libro de estilo prohibe el uso de la palabra "extranjero", ha hecho realidad la idea de la aldea global. "El problema que tenemos es no caer en la manipulación informativa, tenemos demasiado poder en nuestras manos para no darnos cuenta que debemos controlar al máximo nuestras informaciones y la forma en que éstas se elaboran", declaró Battista.

La presentadora de CNN es una de las fundadoras de esta emisora. Antes de incorporarse a la companía de Ted Turner, el presidente de CNN, Battista trabajó como pinchadiscos y en la producción de un programa de niños. Premiada con varios galardones profesionales y una de las integrantes más activas de la organización Women in Broadcasting, Battista confesó a este diario, en voz baja y sonriendo, que tiene "38 años".

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