Arantxa Sánchez rozó la sorpresa ante Mónica Seles en un agónico partido
C. L. SMITH MUÑIZ, Arantxa Sánchez Vicario, criada y formada en la tierra batida, se ganó el respeto en pista rápida. El jueves por la noche demostró haberse convertido en una jugadora completa frente a la yugoslava Mónica Seles en los cuartos de final. Arantxa perdió el partido por 5-7, 7-6 (8-6) y 6-4 frente a una rival supuestamente superior. Anoche, sin que se conociera el resultado al cierre de esta edición, Conchita Martínez jugó frente a la argentina Gabriela Sabatini.
El público, entre el cual se encontraban la infanta Cristina y la cantante Ana Torroja, premió a las jugadoras con una gran ovación. Fueron dos horas y 55 minutos de tenis apasionante y agonizante, durante las cuales Sánchez Vicario rozó la hazaña y mereció la victoria. Fue, sin duda, un partido excepcional, de alto nivel técnico. Y se jugó a garrotazo limpio. Sánchez Vicario (5ª cabeza de serie) y Seles (2ª) intercambiaron golpes y gruñidos sin cesar y sin ceder. Seles remontó un parcial de 1-5 en el primer set antes de perderlo. Sánchez Vicario remontó uno de 1-4 en el segundo antes de caer en muerte súbita. En el tercer set jugaron más o menos igualadas hasta el final.Sánchez Vicario se lo permitió con un servicio que alcanzó velocidades de 159 kilómetros por hora. No anotó muchos puntos con los saques directos pero sí con las voleas y los golpes de aproximación que acompañaban esos servicios.
Seles sustituyó a Sánchez Vicario este verano como la ganadora más joven de Roland Garros, pero no hubo un vínculo verdadero entre las dos hasta el jueves. De este último resultado ha nacido una rivalidad que sólo puede inspirar a las dos. Jugaron sin miedo, sin dudas y sin complejos.
Sánchez Vicario estuvo a dos puntos de la victoria, con el parcial igualado a seis en la muerte súbita del 2º set. Seles tuvo 10 bolas de manga en ese mismo set, dos cuando Sánchez Vicario sirvió con el marcador en contra por 4-5, cinco más cuando Sánchez Vicario volvió a servir con el marcador de nuevo en contra por 5-6, y tres más en la muerte súbita. El hecho de que no consiguiera asegurar el set hasta el final evidenció lo complicado e impredecible que fue esta lucha.
"He tenido el partido a dos puntos", se lamentó Sánchez Vicario. "Me he quedado algo planchada pero estoy convencida que he jugado el mejor partido de mi vida en esta pista. He ganado muchísimo. De las derrotas se aprende. Lo verán la próxima vez que juegue frente a Seles".
La mayoría de los errores no forzados de ambas acabaron fuera por muy poco. Así se definió el partido. Sánchez Vicario perdió en la muerte súbita por pegar mal una volea en la red seguida por un golpe de derecha que cayó justamente fuera del lateral. Perdió el tercer set por razones similares, primero en el noveno juego, cuando Seles consiguió romperla el servicio para ponerse al frente por 5-4, y después en el décimo y último juego cuando tenía un parcial favorable de 30-40. Seles igualó el juego con un revés cruzado, se fue al frente cuando Sánchez Vicario no pudo colocar uno de derecha y aseguró el partido con un punto de servicio.
"Estoy exhausta, estoy contenta de haber sobrevivido", declaró Seles. "Me he enfrentado a ella muchísimas veces en exhibiciones y nunca la he visto jugar como hoy. No fallaba. Estaba preparada para jugar. No tenía nada que perder. Realizó unos golpes que nunca había visto".
El partido se desbordó en los momentos decisivos. Tan sólo en el segundo set hubo 62 puntos de rotura (break points). Si algo en concreto hundió a Sánchez Vicario fue su falta de habilidad para ejecutar globos liftados. Aun cuando no dan resultado las cosas, no dejaba de intentarlas y estas son las características de una futura campeona. "He atacado todo el rato", afirmó Sánchez Vicairo. "A lo mejor, en momentos decisivos, las bolas se fueron por muy poco. Estoy orgullosa de cómo he jugado".
Seles se enfrentará a la semifinal, el sábado,7 con la americana Mary Jo Fernández (4ª), vencedora de la búlgara Manuela Maleeva-Fragniere (8ª) por 6-2, 6-4 en 1.13 horas. Anoche se jugaron los otros dos cuartos de final. Además del Martínez-Sabatini, la alemana Steffi Graf (1ª), frente a la búlgara Katerina Maleeva (6ª), hermana de Manuela.
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