Cuestión de suerte
C. L. S. M., Arantxa Sánchez Vicario resumió el partido de esta manera: "Ella tuvo más suerte que yo". Mónica Seles estaba totalmente de acuerdo: "Tuve la fortuna de sobrevivir". Posiblemente por eso, Arantxa hizo sus declaraciones sin rencor y Mónica no se jactó de su victoria ni se proclamó ganadora indiscutible. Se dice que el golf es un deporte de centímetros, pero el jueves, durante este partido de los cuartos de final del campeonato de Virginia Slims, el tenis también llegó a su desenlace por la más mínima de las medidas.
Si alguna fue más perjudicada fue Sánchez Vicario. Quiso dictar el ritmo y presionar constantemente a Seles con sus subida a la red y sus liftados. Por no dominar todavía este estilo de juego, mandaba la pelota a la red o fallaba del todo, pero siempre por poco. Con otro cuadro de árbitros, a lo mejor hubiese ganado.
Un buen aprendizaje
"Me sorprendió lo mucho que hizo. Usualmente, falla esos golpes", declaró Seles; "hay veces en que Arantxa prefiere no arriesgarse. Pero, como ha aprendido tanto conmigo, quiso dar el todo. Ésta fue su gran oporturudad".
Fue así que se decidió el partido, precisamente con un revés liftado de Sánchez Vicario que salió fuera y le permitió a Seles romper el servicio a la española e irse al frente por 5-4 en el último set. "Fue más allá de la línea por muy poco", dijo Seles usando sus dedos pulgar e índice para mostrar lo poco por lo que falló Arantxa.
"Ella es bastante veloz, pero creo que en esta ocasión la bola fue más rápida que ella y le pegó más duro de lo deseado. Era un momento decisivo. En esos instantes se tensan las manos y es más difícil golpear con delicadeza", confesó la semifinalista yugoslava.
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