_
_
_
_
EDUCACIÓN

Mitterrand pone a su Gobierno contra las cuerdas por apoyar a los estudiantes

El apoyo otorgado el pasado lunes por el presidente François Mitterrand al movimiento de estudiantes de institutos de enseñanza media francesa, ha dejado al Gobierno socialista dirigido por Michel Rocard con las espaldas descubiertas. En contra de sus previsiones presupuestarias para 1991, de extremo rigor dadas las perspectivas de crisis, Rocard ha tenido que ofrecer 4.500 millones de francos suplementaríos (unos 90.000 millones de pesetas) para la reforma urgente de los liceos.El ministro de Educación Lionel Jospin también se ha visto colocado en una posición incómoda por la comprensión mostrada por Mitterrand hacia las reivindicaciones juveniles de seguridad, mayores libertades y mejores condiciones en los institutos. Jospin discutía ayer con representantes de los bachilleres que tenían la moral muy alta al saberse "protegidos" por Mitterrand.

La Prensa francesa no ahorró ayer críticas a la actitud "insolidaria" del presidente de la República respecto a un Gobierno que, al fin y al cabo, es el suyo. La mayoría de los comentaristas políticos subrayaron que un Rocard permanentemente "desautorizado" por el jefe del Estado va a tener que hacer grandes esfuerzos para no verse desbordado por la actual ola de agitación social.

El apoyo presidencial da alas a los estudiantes de los liceos. En cambio, la presencia en el seno de su movimiento de grupos marginales dispuestos a convertir cada manifestación en una excusa para el saqueo y la violencia, les hace dudar de la conveniencia de nuevas manifestaciones.

Los sindicatos de policía que el lunes ayudaron a mantener el orden en la marcha que reunió en París a más de 100.000 personas y terminó con violentos incidentes, les recomendaron ayer evitar nuevos actos callejeros.

Las consignas del ministro del Interior Pierre Joxe a la Policía para que ésta evitara "provocar" a los manifestantes, son también objeto de vivos debates en Francia. Joxe quiso impedir que la manifestación terminara con he ridos o muertos, y por eso las fuerzas antidisturbios fueron muy tolerantes con los grupos que se dedicaron a saquear comercios y quemar automóviles.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_