En huelga de hambre el dueño de un club nocturno situado en un local municipal
Pedro Mariano Domínguez permanece en huelga de hambre y encerrado dentro del club nocturno Bambú, de Alcalá de Henares, desde el pasado 8 de noviembre, tras una orden municipal de clausurar el local -que lleva dos años funcionando en un local subarrendado por el Ayuntamiento de la localidad- por carecer de licencia.Domínguez afirma que el Ayuntamiento alcalaíno no tiene motivos para cerrarle el club, ya que nunca ha creado problemas de orden público y no tiene denuncias de los vecinos, excepto de uno, el anterior jefe de bomberos de Alcalá, quien, según dice, cuando se instaló le aseguró que "le iba a cerrar el local como fuera".
En contra de la opinión de este vecino, Domínguez tiene en su poder varias cartas de otros vecinos, entre los que se encuentra el suboficial de la Policía Local, que confirman la falta de molestias y la inexistencia de incidentes durante el tiempo que lleva con el negocio.
Cadena de alquileres
El local municipal, aunque arrendado con derecho a compra a José Ángel Sanjosé Díaz, fue subarrendado a Julio Díaz, que a su vez traspasó el negocio a Pedro Mariano Domínguez. Este aspecto, unido al cambio de actividad de bar hawaiano a club nocturno, son las causas esgrimidas por el Ayuntamiento para denegar la licencia de apertura.El problema estriba, según Pedro Mariano Domínguez, en que lleva dos años presentando papeles para que le legalicen el negocio y que ha llegado incluso a contratar nuevos proyectos, "a propuesta de una técnica municipal", que le costaron 250.000 pesetas y que posteriormente no fueron aceptados por el Ayuntamiento Ue la citada localidad.
Asimismo Domínguez se ha visto obligado a no renovar los contratos laborales a cinco chicas que trabajaban en el citado club.
El tribunal contencioso-administrativo, por su parte, ha dado la razón al Ayuntamiento, según Luis Gregorio Díaz, secretario del alcalde de Alcalá, quien ha declarado que existen informes jurídicos y técnicos en contra de la actividad. El secretario añadió que,si el actual ocupante del local presenta la solicitud para renovar la licencia anterior se le dará, aunque "deberá permanecer cerrado hasta entonces".
En estos dos años, la Policía Local ha intentado clausurar el club en varias ocasiones, según Domínguez, pero los recursos presentados por el dueño han paralizado esta medida.
Por su parte, el Ayuntamiento de Alealá afirma que, durante este tiempo, el propietario del club "ha hecho caso omiso de los decretos de cierre". Luis Gregorio Diez asegura que se ha solicitado una orden judicial para desalojar a Domínguez del interior del club, donde permanece acompañado durante el día por su hijo y el encargado del local.
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