Un tribunal belga somete a a la CE el derecho de los futbolistas a cambiar libremente de club

El Tribunal de Lieja sentenció ayer remitir a la decisión del de Justicia de la Comunidad Europea (CE) el derecho de los futbolistas profesionales a cambiar libremente de club. Éste es el resultado de la demanda presentada por Jean-Lue Bosman, de 25 años y jugador del Lieja. La sentencia plantea el reconocimiento del principio de libre circulación garantizado por la C E, pero rechazado por la FIFA, la UEFA y las federaciones nacionales. Bosman fue privado de su traspaso al Dunkerque, francés, porque la asociación belga, a instancias del Lieja, no autorizó su inscripción.

Bosman fue posteriomente represaliado por el Lieja, que le dejó sin empleo ni sueldo. Esta situación no le ha permitido recuperar su libertad, puesto que según las reglas que rigen en el fútbol, seguirá perteneciendo al Lieja hasta que otro club pague su precio de 18 millones de francos belgas (unos 54 millones de pesetas). Sus abogados, Luc Misson y Jean-Louis Dupont, afirman que han pedido el envío de la demanda al tribunal de la CE: "Atacamos a un lobby muy poderoso".

La remisión de la cuestión prejudicial para obtener un dictamen del Tribunal de Justicia de la CE constituirá el primer pronunciamiento relacionado con un futbolista. La instancia judicial suprema de la Comunidad ha emitido varias sentencias sobre la libre circulación de los deportistas y su derecho a negociar por sí mismos Sus contratos, pero ninguna había sido planteada por un jugador.

La decisión del juez Christian Wettinck da la razón a Bosman, quien rechazó la oferta de los abogados del Lieja y de la federación belga de ofrecerle la libertad esta temporada para evitar el precedente de la sentencia. Su defensora, Luc Misson, manifestó ante la sala que "Bosman no encontrará empleo hasta que sea libre". El club pretendía dejarle en libertad lo que resta de temporada, pero sin renunciar a los derechos de un traspaso posterior.

El juez Wettinck se declaró "totalmente virgen e indiferente al fútbol", pero comentó que "Bosman se convertirá en el rebelde del medio si se le concede ese favor". El caso Bosman puede hacer tambalear la estructura del fútbol europeo y no sólo cambiar la situación de indefensión jurídica de los 1.200 profesionales belgas.

A sus 25 años, Bosman dijo basta y decidió acudir a los tribunales cuando el club, amparado en su frustrado traspaso al Dunkerque, le ofreció rebajarle el salario de 225.000 pesetas mensuales, más primas e incentivos, a 90.000. En la actualidad, no cobra ni el paro.

Nacido para cerebro del centro del campo, Bosman disputó el liderazgo de la selección juvenil belga al mismísimo Scifo. La futura estrella recaló primero en el Standard de Lieja, en el que calentó banquillo hasta su paso, el 1 de julio de 1988, al Lieja. En su primera temporada apenas fue alineado, pero el año pasado jugó en 23 partidos oficiales de la Liga. Entonces le llegó la oferta suculenta del Dunkerque. El Lieja y la federación belga impidieron la inscripción a tiempo y el traspaso se fustró. La operación había sido fijada en 18 millones de pesetas si el club francés, depués del primer año a prueba, hacía definitiva su contratación.

La Comisión Europea ha presionado a la UEFA para que acepte el principio de libre circulación de futbolistas. Todo ciudadano comunitario tiene garantizado el derecho a la igualdad de condiciones de trabajo en cualquier país de la Comunidad. Sin embargo, las estructuras del deporte han impuesto una excepción por la vía de los hechos. La UEFA sólo ha accedido a permitir la alineación de tres extranjeros por club y ha rechazado aceptar el derecho comunitario en base a que su sede está en Suiza. El presidente de la FIFA, el brasileño Joáo Havelange, llegó a afirmar que el fútbol no tiene por qué someterse a las constituciones nacionales.