En frasco pequeño
Sería imposible apartar la vista de las fotos que anuncian par el jueves la llegada de Harrison Ford a las pantallas madrileñas, con la película Presunto inocente, si no fuere porque esta misma noche el cartero vuelve a llamar y le volvemos a abrir La película se puede seguir con los ojos cerrados, excepto en los momentos más altos, cuando una vez más el cineclub casero especula sobre el realismo de esa escena de amor sobre la mesa entre Jessica Lange y Jack Nicholson.Si hoy vamos a hablar de la esencia y sus envases, es porque otra vez nos toca ver los toros desde la barrera más estrecha. Locales pequeños y escenarios diminutos para una clientela grande. Sorpresa en el Ambigú. En versión original se llama Aurora y se subtitula joven talento gitano. Acaba de grabar un disco, Besos de caramelo, con Ketama, Vicente Canayon Borland o Carles Benavent. Herencias de aquel sonido de Caño Roto, este miércoles y tres más, a la una de la madrugada.
Fernando Márquez, el Zurdo, aquel de Paraiso y Para ti, se hizo en su vida musical con una considerable corte de amigos y enemigos. Suponemos que serán los primeros quienes asistan al homenaje organizado para el día 7 en la sala Siroco. En definitiva, bares.
Una de retratos
Retratos a pluma o a pincel Trazados o escritos. Al periodista Rafael Torres le gusta comentar su último libro sentado en un café, "donde se habla despacio y se vive despacio". Allí mismo conoció a Bud Strait, uno de los personajes que aparecen en Vidas ejemplares (raros anónimos, libres). Bud Strait (lowa, 1923) terminó viviendo en una furgoneta verde aparcada en la plaza de Santa Ana. Fue excelente actor de papeles secundarios, luchador en el Pacífico y testigo presencial del día después en el mismo Nagasaki.Rafael Torres le llama actor móvil porque "ni el dinero ni la fama ni las mujeres consiguieron que Bud Strait se estuviera quieto". El libro está dedicado a Otto Wite, "políglota, buzo en la India, rey de Albania por cinco días, raptor de una bailarina en un harén de Estambul y fundador del partido alemán de los sin partido". Pero el brindis literario lo mismo podía haber sido para ésta como para otros personajes muy madrileños, como Silverio Lanza, el hombre raro de Getafe, Ana María González y González, catorce veces reina; Galo Leoz, compañero de Ramón y Cajal, o el Gran Fred, héroe del Price y de su barrio natal, Chamberí.
A Gonzalo de las Casas le fascina Picasso y le entusiasma el sonido guitarrero del rock and roll. En su exposición, Guitar men, del 8 al 15 de noviembre en el Louie Louie bar, hay una decena de retratos, donde aparece Chuck Berry y se rinde homenaje a Steve Ray Vaughan, además de una importante terna de guitarristas del barrio: Josele de los Enemigos; Manolo, incansable presencia en muchas formaciones, o Guille de los Desperados, convertidos todos en Las señoritas de Avignon. "El lugar me parece bien", cuenta Gonzalo de las Casas, "porque aquí la exposición sonará. Son cuadros para ver con los oídos y escuchar con los ejos".
La otra galería de retratos la firma Julio Romero y se presenta el domingo a la una en La Tarterie. Pintor madrileño, de 29 años, sin antecedentes familiares a pesar de su nombre, pensó que "después de pintar 2.000 retratos por encargo me apetecía escoger". Los retratos están muy bien en un bar, porque allí lo mismo encuentras a Pedro Almodóvar como a Jesús Hermida, Mocho Alpuente, Paco Clavel, Anthony Blake o Fernando García Tola. Alejado del centro de Madrid, Seraffin, la pluma cascarrabias de La Codorniz, expone sus Dibujos de humor en Collado Villalba hasta finales de mes.
En el Círculo de Bellas Artes comienza el miércoles una exposición homenaje a la bailarina Antonia Mercé, la Argentina, con el vestuario utilizado por la artista en sus representaciones de El amor brujo y los caprichitos que inspiró a las casas de alta costura parisiense. En el mismo edificio de la calle de Alcalá, Dionisio Cañas se hace con los jueves y viernes del mes para habla de Nueva York. Cañas (Tomelloso, 1949) vive desde 1973 en la Gran Manzana, y quiere tratar de la poesía urbana en Nueva York y de lo mucho que allí pinta nuestra lengua.
Entramos en la semana grande del festival de jazz con los gigantes: Chick Corea, Mac Coy Tyner o Dizzy Gillespie, y ante tanto color y calor nos da un poquito de frío pensar en Depeche Mode, el día 7, a las 21.30 en el Palacio de los Deportes. Por algo estamos en noviembre.
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