Los verdaderos rehenes
Día tras día nos hablan de rehenes. De rehenes con ropa limpia, que beben cerveza y comen entrecó y vino en la Embajada francesa, hamburguesas y agua mineral en la de Estados Unidos, salchichas y licor de manzana en la alemana, y podría seguir hasta completar un menú exclusivamente occidental. Después de comer salen a dar un paseo por Bagdad y al día siguiente a todos les espera un avión donde les será servida una comida, y al bajarse estarán en su país.Para ellos, rehenes forzosos, todo ha sido un mal sueño. Y el resto, ¿dónde está? Los que no llaman rehenes, ¿dónde se encuentran? ¿Qué comen? ¿Qué beben?... Sí, los filipinos, vietnamitas, egipcios, libaneses, ugandeses, kenianos y un largo etcétera de hombres, ¿dónde están?... Ellos son los verdaderos rehenes; eso sí, rehenes libres; ellos son los que no tienen ropa, ni hamburguesas, ni agua nineral, a los que no les espera iingún avión el día siguiente, sino el hambre, la sed y el polvo del desierto.
Y nosotros, los occidentales, an humanitarios como siempre, mponemos un exilio cruel y un otal olvido a la gente que más necesita ayuda, a los verdaderos ehenes, que además son los que ndirectamente nos dan de comer.
Y dicen que el imperialismo occidental se ha terminado... ¡Mentira! Está más vivo que nuna.-