La N-II, el eje más transitado, ha agotado su capacidad

La N-II ha agotado su capacidad y no tiene alternativas viables ni ampliación posible. Los 350.000 vecinos del corredor del Henares sufren a diario el colapso de un eje de comunicaciones cuya demanda ha crecido sin parar desde 1986: un 86%, la de los autobuses, y un 46%, la del tren. Es el más transitado. Por el, contrario, la N-III ha aguantado el incremento de usuarios registrado en los últimos años, el más alto de todas las radiales. A pesar de ello, es la menos saturada. A ambas les queda pendiente quedar unidas por un tramo de la M-40 que está paralizado.

La N-II no tiene respiro. Las horaspunta son simultáneas en ambas direcciones -fenómeno que tiene en exclusiva- y en ocasiones de dificil previsión. Sus peores momentos se registran entre las 6.45 y las diez de la mañana una y dos de la tarde y entre seis y siete de la tarde en sentido entrada, cuando pueden encontrarse retenciones de hasta 12 kilómetros. La salida se complica entre siete y diez de la mañana y cinco y ocho de la tarde.En total, todos los días, durante 11 horas, su capacidad ináxima de 1.800 vehículos por carril está desbordada. Ante este panorama, el Ministerio de Obras Públicas (MOPU) la ha catalogado con un nivel de servicio F, según una escala propia que va de la A (inmejorable estado) a la F (colapsada). Y lo peor es que no tiene fácil solución. Los tres carriles con los que cuenta en la actualidad hasta Torrejón no se pueden ampliar más. En unos casos, por las industrias que la rodean; en otros, por su diseño. Los técnicos han bautizado como "el mausoleo del ingeniero" el puente bajo la calle de Arturo Soria que estrangula la autovía e impide su expansión. La única solución posible es desviar a los vehículos cuanto antes. Buena parte de este trabajo debe recaer en el distribuido este de la M-40, desde el que se podrá acceder a Madrid por San Blas, O'Donnell o Moratalaz. Pero tampoco aquí tiene suerte Las obras se encuentran paralizadas, a la espera del realojo de los chabolistas de Los Focos.Descargar la N-II

Una solución para descargar de tráfico la N-II pasa por buscar caminos alternativos a Coslada, San Fernando y Alcalá.

A Coslada se le está preparando una conexión directa con la M-40 y San Blas: la carretera de Las Musas. Actualmente sólo cuenta con una angosta incorporación desde la N-II, saturada hasta en los periodos horarios menos concurridos; San Fernando de Henares tendrá una conexión directa con la vía borde de Hortaleza y Alcalá de Henares contará con un acceso directo a la M-40 a través de la prolongación de la M-203.

Y un proyecto más trataría de eliminar uno de los puntos negros de la autovía: el nudo de la M-30, que provoca continuas y peligrosas retenciones.en ambas vías. En pocos metros coinciden en la carretera de Barcelona hasta tres enlaces: la calle de Agastia -que permite acceder a la autovía desde Arturo Soria-, la incorporación a la M-30 norte y la salida hacia la M-30 sur.

La M-30 en sentido sur padece el mismo problema. Los enlaces de salida y entrada a la N-II están prácticamente juntos. El MOPU ha redactado un proyecto para 1992 con vistas a reformar el nudo. La solución pasaría por cerrar la calle de Agastia, que quedaría cegada.

El dudoso privilegio de ser la carretera más transitada de la región -190.000 vehículos circulan a diario por su último tramo, según los aforos del MOPU- no favorece a los 350.000 vecinos del corredor del Henares, cuya demanda de movilidad no pueden satisfacer otros modos colectivos de transporte.

La línea de cercanías de Madrid a Alcalá y Guadalajara no puede crecer más de lo que lo ha hecho en los últimos cuatro años, en los que ha pasado de transportar 54.000 viajeros a 80.000. Las previsiones de Renfe para 1993 son de un crecimiento moderado. Sólo podrán trasladar 5.000 viajeros más.

Eso a pesar de la inversión de 2.600 millones de pesetas que la empresa está realizando para dotar el tramo de San Fernando a Alcalá de una tercera y cuarta vía, y la ampliación del trazado desde Vicálvaro a Coslada, actualmente en proyecto.

Las dos empresas de autobuses de la zona tampoco pueden absorber más demanda mientras la carretera no, mejore. En cuatro años han pasado de transportar 31.680 pasajeros a 58.800.

Las ocho líneas de las empresas Continental y Etasa han registrado el incremento de pasajeros mas grande de la región: un 86%. Pero, al igual que Renfe, tampoco podrán crecer mucho más. Según la patronal, si no instalan carriles exclusivos para sus autobuses no podrán responder al aumento de la demanda.

La carretera de Valencia

La carretera de Valencia (N-III) na aguantado con firmeza el tirón de la demanda de movilidad provocado por el crecimiento de las urbanizaciones asentadas en sus márgenes y de los núcleos de Rivas-Vaciamadrid y Arganda. Esta zona, a pesar de carecer de comunicación por ferrocarril, es de las que presentan unas condiciones de acceso más favorables. La relativa bondad de la N-III le ha permitido registrar el mayor incremento de usuarios de los últimos cuatro años.

La hora punta de la N-III es de las más benignas. Se sitúa entre las 7.30 y las 8.30, y en sus peores momentos la congestión puede abrazar de dos a tres kilómetros, hasta la urbanización de Santa Eugenia. El mayor problema de la autovía, la salida desde Arganda, deberá subsanarse con la construcción de una variante que arrastra cierto retraso a causa de problemas geotécnicos. Las obras se adjudicarán este año.

Otro de los problemas que tenía, el alto porcentaje de vehículos pesados, se ha limado con la apertura del enlace con Mercamadrid. Esto, unido a la ampliación de su capacidad -a tres carriles hasta el kilómetro 10 y a dos hasta Arganda-, ha inducido a los vecinos de la zona a utilizar el vehículo privado para acceder a Madrid. El tráfico rodado por la vía ha aumentado un' 57% -pasando de 42.500 a 67. 100-, mientras el número de usuarios de los autobuses apenas ha ascendido un 21% -de 11.475 a 13.900