El estupor del terror
Incluso entre aquellos que en Irlanda y fuera de ella simpatizan con los objetivos del IRA tienen que darse sentimientos de dolor y vergüenza cuando la viuda hablaba del destino de Patsy Gillespie, el hombre al que conminaron, mientras se mantenía como rehenes a su familia, a que condujera un coche bomba del IRA contra un control de Derry. El señor Gillespie murió en esa explosión junto con cinco soldados británicos. ( ... )Al contemplar ( ... ) estos sucesos, ( ... ) miles de personas tienen que haberse preguntado: ¿qué puede obtener de esto la gente que hace cosas como éstas? Evidentemente, no son tan ingenuos como para considerar tales atrocidades tácticas ideadas para ganarse los corazones y las inteligencias de los irlandeses, que son tan capaces de reconocer la brutalidad y el cinismo de estas empresas, como lo son cuando crímenes similares contra civiles son protagonizados por Sadam Husein. ( ... )
El núcleo de laioperación, seguramente, estriba en el deseo de crear en el Reino Unido un estado de resignación y desesperanza en el que la gente vaya diciéndose cada vez más: Irlanda no tiene remedio. Nunca tendrá arreglo. Es tiempo de que nos lavemos las manos respecto a ella.
Este sentimiento todavía no ha arraigado en el Reino Unido a lo largo de más de 20 años. Pero hay veces en las que el IRA puede haber llegado a pensar que un empujón más puede llegar a crearlo. ( ... )
26 de octubre