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Leguina se compromete a incluir en los presupuestos su pacto con los sindicatos

Juan Carlos Sanz

El compromiso para cumplir los acuerdos suscritos con los sindicatos, a pesar de las restricciones presupuestarias que obligarán a contener el déficit público en 1991, marcó ayer la intervención del presidente de la Comunidad de Madrid, el socialista Joaquín Leguina, en su discurso de apertura del debate sobre el estado de la región. A lo largo de 70 minutos, el presidente madrileño desgranó una intervención moderadamente triunfalista, en la que rindió cuentas de la acción de su Gobierno en la última legislatura.

Los portavoces de la oposición, que replicarán hoy a Leguina en la Asamblea de Madrid, anticiparon ayer duras críticas al discurso del presidente, calificado por el Partido Popular de "sucursalista", de "desanimado" por el CDS o de "autocomplaciente" por parte de Izquierda Unida. Como es tradicional, los líderes de la oposición han reservado para sus intervenciones de hoy las andanadas políticas de más grueso calibre. Mientras, los socialistas, que se encuentran en minoría en la Cámara, guardan en la recámara sus argumentos para forzar la negociación de los presupuestos regionales de 1991, año en el que se celebrarán elecciones autonómicas.Leguina anunció ayer que los presupuestos de la Comunidad de Madrid se incrementarán en la misma línea que el producto interior bruto de la región, una tasa que fuentes parlamentarias sitúan por debajo del 10%. Al mismo tiempo, adelantó que las inversiones absorberán un 40% del gasto. El vigente presupuesto de la Comunidad ronda los 400.000 millones de pesetas. Leguina dejó claro en su discurso que, pese a la contención del déficit público enla Administración madrileña, al igual que los Presupuestos Generales del Estado, su Gobierno mantendrá el compromiso de inversiones sociales pactado con los sindicatos UGT y Comisiones Obreras en diciembre de 1989.

Leguina resaltó que la preocupación por los problemas de tráfico y transporte había pasado a ocupar el interés preferente de los madrileños, por encima incluso del desempleo. El presidente confirmó la buena marcha de las obras de ampliación de la línea 1 del metro y del cierre de la línea circular.

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Leguina dice que no habrá residencias públicas para todos Ios ancianos

Viene de la página 1A lo largo de su repaso a la acción del Gobierno socialista en la legislatura autonómica, Leguina alertó sobre el "el hecho irreversible del envejecimiento de la población" en la comunidad autónoma. "Una reflexión seria conduce a que es imposible solucionar este problema para todos a base de residencias públicas", puntualizó, al tiempo que subrayó la necesidad de recurrir a la asistencia domiciliaria y a los conciertos con centros privados.

El presidente de la Comunidad no dudó en reconocer que 1990 va ser, en lo económico, un año peor que 1989. Según señaló, las inversiones en la región no han crecido este año al mismo ritmo que en los anteriores, y recalcó que algunos indicadores, como el consumo de energía eléctrica, revelan una tendencia a la baja.

Leguina aseguró que el empleo sigue siendo la gran preocupación del Ejecutivo, aunque se felicitó por el incremento del 5% del volumen de empleo en el segundo trimestre de este año. Sin embargo, fue mucho más crítico al destacar la carencia de infraestructuras culturales. En su opinión , las celebraciones de 1992 "representarán bien poco" si no sirven para crear nuevas infraestructuras culturales en Madrid. En el capítulo de salud, Leguina anunció la presentación en la Asamblea de un plan estratégico de sanidad pública para los próximos ocho años.

Salario social

En su intervención, Leguina advirtió también del posible fracaso en la implantación del Ingreso Madrileño de Integración o salario social para familias. sin recursos económicos. "El dinero en mano sólo debe servir de enganche para la inserción social, pero los apresuramientos pueden hacer peligrar el proyecto", dijo.

Paradójicamente, el presidente contradijo las tesis de su consejero de Política Territorial, Eduardo Mangada, al mostrarse partidario de la creación de un segundo aeropuerto en Madrid, para descongestionar el de Barajas.

Cuando el presidente Leguina llevaba media hora Cumplida de discurso y se disponía a repasar las necesidades de instalaciones deportivas en la comunidad autónoma, apareció en la tribuna de invitados el presidente de la Federación Socialista Madrileña (FSM), José Acosta. Este retraso fue esgrimido después por el rival de Leguina en la FSM para declinar cualquier comentario.

Una vez finalizada la sesión, los líderes de los grupos parlamentarios expresaron en los pasillos de la Cámara serias críticas a la intervención de Leguina. Alberto Ruiz Gallardón, portavoz del Partido Popular, la tildó de "ausente de ilusión y sucursalista respecto a la Administración central" Por su parte, el líder regional del CDS, Gerardo Harguindey, declaró que acaba de oír "el peor discurso de Leguina". Isabel Vilallonga, portavoz de Izquierda Unida en la Asamblea, calificó el discurso de "autocomplaciente" y expresó su curiosidad por saber cómo Leguina va contentar a los sindicatos y recortar el gasto público.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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