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Los restos de Magerit se llaman Madrid

Una muestra revive el pasado árabe de la capital

Elsa Fernández-Santos

Los restos de muralla árabe de la cuesta de la Vega es de lo poco que queda en Madrid de los casi tres siglos, del IX al XI, de vida musulmana que tuvo la ciudad, llamada por entonces Mayrit o Magerit. Para recordarlo y recuperarlo, la Comunidad ha organizado una exposición en la que, con maquetas, fotos, cuadros explicativos y restos arqueológicos, se intenta explicar lo que supuso para la ciudad la presencia árabe, lo que queda y dónde está.

Muhammad I fue el emir árabe que ordenó construir en el siglo IX, en la Castilla fronteriza con Al-Andalus, la Hispania árabe. Era el nacimiento del Madrid musulmán, que terminó a finales del siglo XI, cuando el rey cristiano Alfonso VI conquistó Toledo, el centro urbano más importante, y toda la región.El agua fue lo que atrajo a los árabes a España, y también a esta región. "Fui sobre agua edificada" es parte de la frase que se leía en el primer escudo de Madrid, y que contaba la leyenda de que por debajo del suelo del por aquel entonces despoblado lugar corría mucha agua. Mayrít, Magerit, Matríy, Matric, que son posibles topónimos del nombre de Madrid, también hacen referencia a los canales subterráneos que, al parecer, invadían la ciudad y que permitieron que fuera fortaleza de los árabes.

Maquetas que reproducen cómo era esta ciudad, restos arqueológicos, fotos y cuadros explicativos forman parte de la exposición que la Comunidad de Madrid ha organizado en torno a lo que era Madrid entre los siglos IX y XI. Los restos de la muralla árabe son uno de los monumentos, de la época que quedan en la ciudad. Además de las iglesias mudéjares madrileñas de San Nicolás y San Pedro, de las que solamente quedan las Torres, o el arco de herradura existente en la plaza de la Villa.

La muestra se inauguró ayer en la Real Academia de San Fernando, en la calle de Alcalá, y permanecerá hasta el mes de noviembre, aunque, según Araceli Pereda, directora general del Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid, la fecha de clausura aún está por determinar.

Proteger el pasado

"La exposición, aunque está enfocada a un público infantil, es para todo el mundo. Queremos mostrar que Madrid tiene un pasado, y que hay que respetarlo. Creemos que la mejor forma de respetar algo es conociéndolo", explica la directora general del Patrimonio.

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"No es sólo recuperar el pasado", continúa Pereda, "es intentar proteger lo que queda de él".

La directora general del Patrimonio explica: "Para el desarrollo de la arqueología es muy necesario el apoyo de la gente, que tiene que saber proteger su historia y no destruirla".

"Lo más difícil ha sido dar la imagen de algo. ya inexistente, que la gente vea en una ciudad que ha perdido casi todos los signos visibles de un periodo importantísimo de su historia", comenta Pereda al recordar los escollos con los que se enfrentaron los organizadores de la exposición, que han tardado dos años en montarla. Dentro de esta idea de recuperar el pasado, la Comunidad de Madrid proyecta lanzar turísticamente las torres que controlaban los accesos a los valles habitados en la época islámica, llamadas atalayas.

Hoy quedan las atalayas de Torrelodones, El Berrueco, Arrebatacapas, El Vellón, El Molar o la de Venturada, hacia donde se dirigirán las excursiones.

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Sobre la firma

Elsa Fernández-Santos
Crítica de cine en EL PAÍS y columnista en ICON y SModa. Durante 25 años fue periodista cultural, especializada en cine, en este periódico. Colaboradora del Archivo Lafuente, para el que ha comisariado exposiciones, y del programa de La2 'Historia de Nuestro Cine'. Escribió un libro-entrevista con Manolo Blahnik y el relato ilustrado ‘La bombilla’

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