La memoria involuntaria

Antes de la apertura ayer de Wall Street, 14.30 horas de Barcelona, se consolidó la posición compradora del mercado y se vio cómo subía el volumen en relación a la media ponderada de la última quincena. Los expertos empezaron a pensar en un movimiento consolidado y se aproximaban a un cierre habiendo tomado sin temores posiciones altas que desoían en cierto modo la indicación conservadora de sus clientes. Quien ha perdido mucho en Bolsa espera la primera ocasión para resarcirse tal vez porque la memoria involuntaria, la que hace extraño el mundo y desdibuja los contornos, como escribió Proust, está demasiado presente. Un poco más tarde, a las 16.30 hora española, las mesas de cambio de las sociedades de inversión apostaban por la estabilidad de los grandes mercados a partir de la firmeza en Nueva York del índice standar and poars con reflejo en la buena conducta del Dow Jones. El primero expresa a futuro lo que el segundo es al contado en relación a los principales valores industriales. Todo ello aderezado con la buena marcha de Londres y el fenomenal cierre de Farnkfurt, acabó en un final feliz por primera vez en muchos días. Las mejoras tuvieron muestras claras en la subida de cementeras y eléctricas.