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El forense del caso Linaza declara que la Guardia Civil impidió su tarea

Siete médicos comparecieron ayer ante el tribunal de la Audiencia de Bilbao que juzga a 12 miembros de la Guardia Civil por presuntas torturas a Tomás Linaza en mayo de 1981 y otros delitos conexos. El entonces forense del juzgado de guardia que intentó visitar al detenido en la comandancia de La Salve sin conseguirlo, declaró haber recibido en aquella ocasión un trato del instituto armado muy diferente al de otros casos.Antonio San Martín fue atendido por un comandante y un capitán y no le permitieron apenas rebasar la puerta de la comandancia, donde le informaron de la imposibilidad de visitar, al detenido porque ya había sido conducido a Madrid. La investigación judicial acreditó luego la falsedad de esta afirmación.

San Martín negó que el comandante José Martín Llevot le invitara a pasar a los calabozos por si deseaba comprobar el traslado de los detenidos, como éste había asegurado el martes. La declaración enfureció al comandante, ya retirado, que se refirió al testigo con calificativos insultantes al finalizar la sesión. Martín Llevot, para quien la acusación particular pide 12 años de cárcel por falsedad en documento público, fue tranquilizado por otro de los encausados, el teniente coronel Masa.

Dos médicos militares, neurólogo y analista respectivamente, señalaron como posible causa de las lesiones de Linaza un atropello, una caída o una pelea. Las lesiones, recogidas el 22 de mayo de 1981 en un certificado del forense de la Audiencia Nacional, consistían en hematomas y esquimosis por todo el cuerpo y una costración sanguínea en la cara.

El forense Rodrigo González Pinto situó el origen de los hematomas por su coloración entre 8 y 15 días antes de la redacción del certificado forense, con un margen de error de uno o dos días, lo que las haría coincidir con la detención de Linaza en Bilbao. Según otro de los peritos médicos, Elio González Rodríguez, las lesiones parecen coincidir con el período de detención y por su distribución no pueden ser atribuidas a autolesiones.

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