Detenidos 38 implicados en una red de corrupción de menores fugados de sus casas
La policía ha desmantelado una organización de corrupción de menores y prostitución integrada por 38 personas, la mayoría de ellas extranjeras. Seis jóvenes, fugados de sus casas de Palencia, Madrid, Murcia y Portugal, habían caído en las redes de la banda y percibían el 50% de las ganancias que obtenían por el alquiler de sus cuerpos. Los menores residían en diversas pensiones del centro de Madrid y en pisos de las calles de Amaniel y General Perón, donde fueron decomisados numerosos látigos, consoladores de caucho, cinturones para prácticas sadomasoquistas, vídeos y álbumes pornográficos.Viene de la página 1
El Grupo de Menores (Grume) y el Grupo de Delincuencia internacional de la Brigada Judicial, apoyados por la Brigada de Documentación, iniciaron hace tres meses sus investigaciones, tras descubrir deambulando por el barrio de Vallecas a un joven de 16 años que se había escapado de su domicilio familiar de Murcia hace aproximadamente un mes, según informó el jefe del Grupo de Menores, el inspector Emilio Baos.El muchacho relató que vivía a costa de lo que obtenía en la calle como chapero (ejerciendo la prostitución), aunque también informó que se prestaba a toda clase de trabajos sexuales, que realizaba en determinados apartamentos y pisos así como en distintos locales de la capital. Ésta fue la primera pista que sirvió a los investigadores para llegar a descubrir la red de corrupción de menores.
El centro de actividades de la organización estaba enclavado en un apartamento del número 13 de la calle de Amaniel, vivienda en la que ha sido detenido el presunto máximo responsable de la red, identificado como Carlos Alberto Romao, brasileño, de 30 años, conocido también como Carlos, Alex y Cacá. En el mismo inmueble fue arrestado también su compatriota Jasías de Araujo, de 25 años.
Entramado de pisos
En el número 25 de la avenida del General Perón fueron detenidos María Patrocinio Díaz Gómez, de 38 años, y Santiago Rayán Fernández, de 40 años, ambos de nacionalidad española, según informaron fuentes policiales.
Las demás detenciones se produjeron en Gran Vía, número 80; en la calle de Juan de Austria, 33; en Castelló, 111; en la calle de Marcos de Orueta número 16; en el 14 de la céntrica calle de la Cruz; en la finca 82 del paseo de La Habana; en el inmueble número 3 de San Hermenegildo; en la calle de Ayala, número 93; Alberto Alcocer, número 26; Orense, 18, y Quintana, 2.
La policía informó de sus investigaciones al juez de Instrucción número 29 y al fiscal de Menores. En la mañana del pasado jueves se puso en marcha esta amplia operación que se desarrolló de forma sincronizada durante varias horas, hasta arrestar a los 38 implicados, 22 de los cuales son extranjeros que residían ilegalmente en España.
Durante la intervención policial fueron localizados seis menores, de ambos sexos. Uno de ellos se había evadido de un centro de acogida oficial y los demás se habían escapado de sus respectivos domicilios de Palencia, Murcia, Madrid y Portugal. La organización captaba a sus clientes a través de anuncios insertados en la prensa mediante el reclamo de "contactos sexuales". Quienes deseaban disfrutar de tales servicios llamaban a un número de teléfono correspondiente al apartamento del brasileño Carlos Alberto Romao, que anunciaba su negoció bajo los epígrafes de Relax y sauna Alexander's
Los clientes
Tras dar una cita al demandante, éste acudía al piso o a las saunas y locales acordados, donde se le mostraba un álbum de fotos para que el cliente escogiera al joven que deseaba como cornpañero erótico, según informaron fuentes policiales.
Los agentes del Grupo de Menores van a investigar ahora la documentación incautada, en la que hay nombres y direcciones de algunos clientes de la red, para ver si pueden demostrar su implicación en la corrupción de menores cuyos cabecillas han sido ahora detenidos.
En los pisos también fueron decomisadas numerosas cintas de vídeo que contienen escenas pornográficas en las que aparecen algunos de los 38 detenidos en esta operación de la policía.
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Los jóvenes gastaban sus ganancias en droga
El Inspector Emilio Baos, actual responsable del Grupo de Menores, manifestó ayer que las agendas y demás documentos encontrados en poder de las 38 personas detenidas en la operación demuestran que las tarifas de los servicios sexuales que facilitaban los integrantes de la banda de prostitución y corrupción de menores variaban fuertemente según las exigencias del cliente.Si se trataba de algo normal, los precios oscilaban desde las 8.000 pesetas y hasta las 12.000 pesetas, siempre que el acto se realizase en el interior de alguno de los apartamentos y locales de los que disponía la red en la capital de España.Tarifas dobles
En cambio, en el caso de que el cliente deseara que el servicio se realizara en su casa o en algún hotel, las tarifas se duplicaban.Si el solicitante pretendía sexo duro o prácticas sadomasoquistas, las tarifas eran previamente acordadas durante la conversación telefónica o en la cita anterior al contacto que el cliente mantenía en el apartamento del brasileño Carlos Alberto Romao.El demandante debía abonar 15.00 0 pesetas en caso de que quisiera mantener algún tipo de relación con un musculoso culturista adulto.
El brasileño Carlos Alberto Romao, que dice ser serigrafista de profesión, llevaba cuatro años en nuestro país y en la actualidad está casado con una española.
Según informaron ayer fuentes policiales, Romao recibía la mitad de las cuantiosas ganancias obtenidas por los jóvenes captados por la red, que con casi total probabilidad eran posteriormente evadidas al extranjero.
El inspector del Grume Emilio Baos declaró también que hay constancia de que al menos una de las chicas que trabajaba para la organización gastaba la mayor parte de sus ganancias en adquirir cocaína. La policía sospecha 'igualmente que los otros menores localizados también destinaban el dinero obtenido con su trabajo a la. compra de distintos estupefacientes para su consumo personal.
Ambientes homosexuales
La organización delictiva captaba a los jóvenes, fundamentalmente, en zonas céntricas de Madrid y en locales de la capital frecuentados por homosexuales.
Carlos Alberto Romao realizó varios viajes a Portugal con objeto de enrolar en su organización a muchachos con destino a los pisos y burdeles controlados por la banda que encabezaba.
El apartamento situado en la centrica calle de Amaniel estaba dedicado a la prostitución femenina, mientras que el ubicado en la calle del General Perón estaba destinado a la masculina.
Por su parte, el comisario Marceliano Gutiérrez, jefe de la Brigada Judicial, aseguró ayer que ésta ha sido la primera gran operación policial realizada por el Grupo de Menores de Madrid.
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