Los testigos presenciales no reconocieron a cinco policías acusados de disparar postas en un altercado

Los testigos presenciales del altercado ocurrido el 14 de agosto de 1989 en San Sebastián, cuando varias personas resultaron heridas por cartuchos de postas, no reconocieron ayer a ninguno de los cinco policías presuntamente implicados en el suceso. La rueda de reconocimiento se produjo ante el magistrado Santiago Pedraz titular del Juzgado de Instrucción número 2 de San Sebastián, después de que los agentes se negaran a participar en una diligencia de identificación.

En la rueda de reconocimiento, el sospechoso es presentado ante los testigos rodeado de varias personas, habitualmente cinco, de similares características físicas, altura, complexión, etcétera. Mientras que en la diligencia de identificación el sospechoso permanece en solitario frente a los testigos.

Los agentes participaron en la rueda sin uniforme ni el material antidisturbio que portaban aquel día, debido a que el Ministerio del Interior no tiene tela de color marrón, según el director general de la Policía, José Rodríguez Colorado, para proporcionar uniformes a las 25 personas que debían participar en esta diligencia. Aspecto éste que fue criticado por la acusación, que asegura que "es difícil reconocer a una persona cuando la imagen que tienes de ella es uniformada y con un arma en la mano".

El 14 de agosto de 1989 cuatro personas resultaron heridas por proyectiles de posta en la calle de Garibay de San Sebastián. A escasos metros del lugar, en el que resultaron alcanzados, en la confluencia de las calles de Peña florida y Garibay, se encontraba aparcada una furgoneta del Cuerpo Nacional de Policía con cinco agentes. En el curso de las diligencias practicadas y en las pruebas testificales los funcionarios policiales han asegurado que ellos no dispararon.

Contradicción

Declaraciones que se contradicen con las de cuatro testigos que afirman que se disparó desde el lugar en que éstos se encontraban apostados.Los testigos, según la acusación particular, se ratifican en las descripciones de los agentes, que coinciden con las de las cinco personas que se encontraban en la citada furgoneta.

Una vez practicadas todas las diligencias solicitadas por las distintas partes, el instructor del caso deberá pronunciarse sobre si archiva las mismas, las eleva a sumario o decide llevar a cabo un procedimiento abreviado.

El letrado que defiende a los agentes del CNP se mostró convencido de que el caso será archivado por no existir pruebas de que los funcionarios fueron los autores de los disparos, mientras que la acusación considera que los agentes son autores de un delito de lesiones, o en su caso de prevaricación.