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Tribuna
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El dinero, en el recuerdo

El mercado de valores ha iniciado la semana con la misma actitud con la que cerró el anterior ciclo: angustiado, sin confianza y apostando sobre la dureza de la caída. Los operadores comentan los grandes números y las grandes pérdidas de los grupos financieros, leen libros y reflexionan sobre lo duro del negocio bursátil. Contratar, lo que se dice contratar, contratan poco. Así, en un ambiente abúlico, en el que el dinero es sólo un recuerdo, la bolsa madrileña cosechó ayer nuevo mínimo anual -lo que ya no es noticia- y se encamina decididamente a comprobar si el nivel del 200% aguanta el pesimismo generalizado.Los volúmenes de negocio siguen bajo mínimos y sólo el dinero institucional evitó ayer recortes más severos. En el continuo, la tarde sólo sirvió para aumentar la caída.Nueva York, con una bajada significativa al cierre del CATS enfrió aún más los ánimos. La mayoría está convencida de que mientras dure la incertidumbre, proseguirá el deterioro; sin límites. Ni siquiera el efecto maquillaje atrae arriesgados. Sirve, eso sí, para situar mejor en el escaparate valores que han sufrido un duro castigo. El mercado ha descontado muy fuerte las malas perspectivas y sólo la esperanza de una recuperación igualmente fuerte ayuda a esperar mejores tiempos.

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