Un hombre de Txomin

VICTORINO RUIZ DE AZÚAJosé Javier Zabaleta Elósegui, Waldo, de 39 años, pertenece al grupo de responsables de la organización terrorista sin historia ni biografía particulares. Su ascenso hasta el poder de ETA obedece a estricta necesidad, para rellenar los sucesivos huecos abiertos por la presión policial francesa. Su importancia actual en el organigrama demuestra que París desarrolla una estrategia sistemática de asestar golpes cada vez más certeros.

Casi nada se sabe de Waldo, al margen de lo que revelan las siete órdenes de busca y captura dictadas por los tribunales españoles. No procede de ETA político-militar sino del nacionalismo más radicalizado. Según le definen medios abertzales, es "un hombre de la órbita de Txomin Iturbe", el líder indiscutible fallecido en febrero de 1987 en Argelia después de intentar abrir el diálogo con el Gobierno español.Esta calificación no significa que Waldo sea menos duro, cómo demuestran los asesinatos que se sospecha que ha ordenado o su participación personal en atentados mortales. Pero no es un doctrinario y al igual que Iturbe, Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi, o José Luis Arrieta, Azkoiti, su mentalidad parece más flexible y más capaz de comprender la situación real de ETA y el oscuro futuro. Gentes de parecida trayectoria como Azkoiti y Txikierdi, encarcelados en Francia, han sido requeridos por Francia para que se avengan a encabezar una propuesta de diálogo aceptable para el Gobierno español.

La policía considera en la actualidad a Waldo máximo responsable de los atentados de ETA junto a Francisco Múgica Garmendia, conocido también por sus alias Paco, Paquito o Artapalo.

Análisis caligráficos de órdenes manuscritas dirigidas a los activistas apuntan que es Zabaleta quien las redactó. En ocasiones se le ha señalado como número uno de la organización, Aunque los medios relacionados con la lucha antiterrorista tienden a situarle como segundo en el orden jerárquico.Su influencia como responsable directo de los comandos legales (aún desconocidos para la policía) ha ido en aumento en Jos últimos años mientras la estructura controlada directamente por Múgica Garmendia, la de los liberados (dedicados por entero a la organización), ha sufrido sucesivos golpes policiales. El último y más importante, la desarticulación en abril pasado del comando itinerante integrado por ciudadanos vasco franceses.

José Javier Zabaleta nació en Hernani el 5 de diciembre de 1950. Algunas fuentes le vinculan con ETA desde muy joven, en 1967. Su ingreso definitivo como liberado se produce nueve años después, cuando huye a Francia, solicita asilo político y se traslada a Argelia. Allí participa en un curso de entrenamiento en el manejo de armas y explosivos.

Desde 1984 es encargado del control y dirección de los comandos legales. La importancia de éstos aumenta desde 1986, a causa de los sucesivos éxitos de la policía en la desarticulación de los grupos de liberados afincados en el País. Vasco y de los instalados en Madrid y Barcelona. El peso personal de Zabaleta se incrementa también mientras va creciendo la cadena de detenciones de hombres situados en la cúpula, que ha acabado por alcanzarle a él.

Contra Waldo existen en España siete órdenes de busca y captura por delitos de robo, tenencia y depósito de armas y explosivos, asesinato, estragos y pertenencia a banda armada. En enero pasado, un juez de París ordenó su detención junto a Artapalo como responsables del escondite de explosivos descubierto el mes anterior en Anglet (País Vasco) francés.

Contra la Guardia Civil

La Audiencia Nacional había solicitado su entrega a España a raíz del atentado con un coche bomba contra la dirección general de la Guardia Civil. Fue perpetrado el 22 de diciembre de 1988 y en el mismo fallecieron el directivo de Televisión Española Jaime Bilbao y el niño de dos años Luis Delgado. La investigación judicial se basó en informes policiales, según los cuales Francisco Múgica y José Javier Zabaleta dieron la orden.Zabaleta Elósegui es un histórico dirigente de ETA y fue detenido por primera vez en 1967 en Navarra. Tras recobrar la libertad, en febrero de 1976, pasó clandestinamente a Francia, donde solicitó asilo político. En enero de 1977 regresó a la actividad en la organización terrorista.

Las reacciones ayer en Euskadi fueron escasas, debido a la sorpresa. El vicepresidente del Gobierno vasco y secretario general del PSE-PSOE, Ramón Jauregui, dijo en un acto político en Balmaseda (Vizcaya) que se alegra sin ambigüedades de la detención de "uno de los máximos cabecillas". Jáuregui añadió que "con la ayuda de Francia, con la eficacia policial, con la unidad de todos los partidos políticos vascos contra el terrorismo y con la sociedad vasca, que está harta, más pronto o más tarde acabaremos con esa historia".

El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, manifestó ayer en la localidad guipuzcoana de Lasarte que no se atrevía a emitir un juicio sobre la detención en el sur de Francia de José Javier Zabaleta Elósegui, ya que, según señaló, desconocía "si simplemente ha sido detenido en el marco de una operación lisa y llana o hay alguna intencionalidad de cara al futuro".

"Sería ligero por mi parte", añadió el máximo responsable del PNV, "valorar esta detención sin enterarme de cómo se ha producido".

El miembro de la Mesa Nacional de Herri Batasuna Tasio Erquicia criticó lo que considera "doble juego" de las autoridades francesas, que por un lado no quieren cerrar la puerta al diálogo, dijo, y por otra "escogen la vía represiva". Las Gestoras Proamnistía aseguraron en una nota que la detención desdice "falsas expectativas políticas.

Jaime Mayor Oreja, presidente del PP en el País Vasco y candidato de este partido a las próximas elecciones autonómicas, consideró que "con esta acción se demuestra una vez más que es en Francia donde se encuentran los cabecillas de la banda".