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LA CRISIS DEL GOLFO

Arabia Saudí castiga a Jordania por su apoyo a Irak

Arabia Saudí ha puesto contra las cuerdas al rey Hussein de Jordania al decidir el corte de sus suministros de petróleo al país vecino. La medida, que ha forzado a Ammán a estudiar el racionamiento del combustible, amenaza con empujar a Jordania a los brazos de Sadam Hussein y abrir una brecha en el bloqueo. El Gobierno saudí ha decidido también la expulsión de 20 diplomáticos jordanos y 30 yemeníes. El rey Hussein dijo anoche por la televisión estadounidense que es precisa una solución negociada a la crisis del Golfo que permita a EU UU y a sus aliados retirar inmediatamente sus tropas de Arabia Saudí.

El ministro jordano de Energía, Thabet al Taher, confirmó que su país había sido informado por Arabia Saudí del cese inmediato del suministro de 35.000 barriles diarios de petróleo, cantidad que representa la mitad de las necesidades del reino hachemí.El Gobierno jordano celebró ayer una reunión extraordinaria para estudiar las consecuencias del cese de los envíos de petróleo. Jordania va a intentar encontrar nuevos proveedores en Libia, Argelia e Irán. El Gobierno ha preparado un plan de racionamiento de la gasolina y combustibles en general. Los sentimientos proiraquíes de la inmensa mayoría de la población jordana o palestina del reino hachemí se dispararon ayer.

Anoche, en una entrevista en directo concedida a la cadena norteamericana de televisión CNN, el rey Hussein calificó de "posible montaje" la información de la expulsión de Riad de los diplomáticos jordanos. La expulsión fue confirmada por el Ministerio saudí de Asuntos Exteriores. El monarca jordano volvió a condenar la invasión de Kuwalt, pero alertó contra las "graves consecuencias" que puede tener la prolongación de la presencia de tropas occidentales en el país de La Meca y Medina.

El Gobierno iraquí decidió ayer limitar los movimientos de los diplomáticos de la CE, Egipto y Arabla Saudí en Bagdad a un radio de 30 kilómetros del centro de la ciudad.

El presidente sirio, Hafez el Asad, se encuentra desde ayer en Teherán, donde intenta convencer a las autoridades de la República Islámica para que no se dejen subyugar por los recientes guiños iraquíes.

Páginas 2 a 4

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