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AUTOMOVILISMO

Australia, escenario del tercer duelo del año entre Kankkunen y Sainz

Carlos Sainz (Toyota Celica 4WD), primer español que puede conquistar este año el título mundial de rallies, se vio obligado ayer a dejar de correr a la expectativa al sufrir un pinchazo en la segunda etapa del Rally de Australia, novena prueba puntuable del campeonato. Sainz perdió 50 segundos y, aunque descendió hasta el cuarto puesto, finalizó la etapa en segunda posición a un minuto y cinco segundos del finlandés Juha Kankkunen (Lancia Delta Integrale), con el que mantiene el tercer duelo de la temporada. El sueco Kenneth Eriksson (Mitsubishi Galant), dominador de la primera etapa, abandonó ayer por rotura del embrague.

ENVIADO ESPECIAL, El objetivo primordial de toda esta historia, de meses y meses fuera de casa, de semanas y semanas de entrenamientos agotadores, de días y días de carreras contra el reloj, es el título mundial de pilotos. El primero que conseguiría un piloto español y la primera vez que un coche japonés sirve de soporte técnico para elevar al podio de los triunfadores a un piloto.No hay más secreto que lograr ahora, o dentro de tres semanas en San Remo, o a Finales de octubre en Costa de Marfil, o casi en diciembre en el RAC de Inglaterra, las llaves que dan acceso al paseo de la fama. Con esa idea corre Sainz el Rally de Australia, y con esa idea lo terminará mañana. Nada, absolutamente nada, ni siquiera la posibilidad de conquistar el Mundial de marcas, le hará cambiar de opinión.

Y es que el cetro de marcas no entraba a principios de año en los planes del Toyota Team Europe, que dirige el ex piloto sueco Ove Andersson, ganador en su tiempo de cinco pruebas del Mundial. Por eso no le pedirán a Sainz que cambie de táctica. Ellos saben que el título del español también será suyo. Al fin y al cabo, el coche campeón no es otro que el del piloto ganador del Mundial.

Sainz había tanteado a sus rivales en la primera etapa. Le importaba muy poco iniciar la segunda a 24 segundos del líder (Eriksson), pues su única preocupación eran Kankkunen por delante y el italiano Alessandro Fiorio (Lancia) por detrás. Del primero le separaban 18 segundos, del hijo de Cesare Fiorio 12. A Sainz ya le iba bien que ganara Eriksson, pero tenía que impedir que Kankkunen se le distanciase demasiado y, sobre todo, evitar algún ataque juvenil de Fiorio.

Sainz inició la etapa de ayer -la más larga de la prueba, con 12 tramos especiales y un total de 222 kilómetros- con la idea de arriesgar lo justo y necesario esperando tiempos mejores. No estaba dispuesto a forzar una rotura por lograr un liderato que el Mitsubishi de Eriksson había puesto muy caro.

Cambio de estrategia

Pero Sainz debió cambiar muy pronto de estrategia. Demasiado pronto. En el primer tramo del día, el único que ganaría Eriksson antes de abandonar, Kankkunen y Sainz sufrieron un trompo en el mismo ángulo. Al español se le caló el motor, mientras que el finlandés salió disparado nada más rectificar la maniobra. Coste del desliz: 12 segundos.Dos tramos después, en el séptimo del día, de casi 16 kilómetros, la rueda trasera izquierda voló por los aires y Sainz tuvo que hacer casi 10 kilómetros con el neumático destrozado y la llanta por tierra. Coste del reventón: 50 segundos.

Con 1m 2s con respecto al líder, y restando aún nueve pruebas cronometradas por disputarse, había que ponerse el disfraz de El Matador. Sainz, que acabó adjudicándose seis tramos del día por cinco de Kankkunen y uno de Eriksson, logró la victoria en las dos especiales que siguieron al reventón. En la quinta, la rotura del embrague del Galant de Eriksson acabaría con sus aspiraciones.

Y, a partir de ahí, tercer duelo del año entre Kankkunen y Sainz. Los dos anteriores, Acrópolis (Grecia) y 1.000 Lagos (Finlandia), se han resuelto de momento a favor del español. Kankkunen necesita ganar. Por él, pues aún no ha vencido este ano, y por Lancía, que necesita retener, al menos, el título de marcas.

Lesionado el italiano Massimo Biasion, actual campeón del mundo; enterrada ya la amenaza del francés Didier Auriol; distanciado Fiorio, Sainz tendría suficiente con lograr un tercer puesto en los tres rallies que restan para adjudicarse matemáticamente el título de concluir segundo en Australia. Hoy, en principio, no piensa correr a destajo, aunque tampoco levantará el pie del acelerador pues eso haría que Kankkunen se pasease, y lo que quiere Sainz es que le note a sus espaldas para provocar un error, forzar un fallo mecánico o el estallido de un neumático.

El piloto español no quiere especular con lo que pueda suceder en los rallies que restan para finalizar el Mundial. "Sólo pienso en este Rally de Australia porque se han disputado 16 tramos especiales y quedan todavía 19, es decir, más de la mitad". Sainz, que mostró su satisfacción por el comportamiento de su Toyota, a pesar de los continuos retoques a los que se ha sometido su suspensión, todavía ve accesible la victoria en Australia, con lo que se aseguraría el título.

Clasificación: 1. Kankkunen Piironen (Lancia), 2 horas 54 minutos 25 segundos; 2. Sainz Moya (Toyota), a 1 minuto 5 segundos; 3. Fiorio-Pirollo (Lancia), a 2m 30s; y 4. Bourne-Freth (Subaru), a 7m 5s.

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