España a un punto de salvarse del descenso

España se encuentra a un solo punto de asegurar su permanencia en el Grupo Mundial de la Copa Davis, después de las victorias obtenidas ayer por Se rgi Bruguera y Emilio Sánchez en Moscú. Bruguera, 371 en la clasificación de la ATP, derrotó a Andréi Chesnokov, el número ano soviético y 14º jugador mundial, por 6-2, 6-7 (6-8), 6-2 y 6-3, en 2.44 horas. Sánchez, octavo de la lista profesional, hizo lo propio con Andréi Cherkasov, por 6-3, 6-7 (7-9), 6-3 y 6-4, en 3.26 horas. "Hoy ha sido un gran día para el tenis español" comentó el mayor de los Vicario. La eliminatoria contra la URSS puede quedar sentenciada hoy con el doble que Sánchez y Sergio Casal disputarán contra Alexandr Volkov y Viadímir Gabrichidze a partir de las doce de la mañana.

ENVIADO ESPECIALBruguera espantó con su primera victoria en Copa Davis alguno los fantasmas que atemorizaban al equipo español. El primero y más importante, Chesnokov, el contrario más temido. El segundo, la arriesgada apuesta de Manolo Orantes, que escogio al joven tenista catalán (19 años) consciente de que semejante decisión molestaría al grupo de Pato Álvarez y de que las críticas acabarían con él en caso de derrota. El capitán español se la jugó a una carta para ratificar su mando en el grupo y ganó. No hubo Margen para la duda cuando Alvarez, entrenador de los hermanos Vicario y de Sergio Casal, abandonó la pista con gesto serio segundos antes de que Bruguera y Orantes se fundieran en un abrazo tras la trabajada victoria.Bruguera contestó al gesto: "Dedico esta victoria a Orantes, porque hay que tener mucho valor para escogerme otra vez tras perder los dos partidos contra Austria y llegar aquí con un solo día de entrenamiento sobre una superficie extraña para mí". El jugador español añadió: "La clave del éxito ha sido que no he dejado hacer su juego a Chesnokov".

La inexperiencia de Bruguera sobre la superficie supreme, escogida por los soviéticos para la eliminatoria, resultó un dato sin trascendencia. El tenista catalán, en un encuentro de tono irregular, ejerció de patrón y sólo cedió los galones en sus habituales lagunas de concentración. La citada superficie permite el juego desde el fondo de la pista y garantiza un bote rápido. Así, desde el fondo de la cancha, con golpes profundos en busca de las líneas y un primer servicio suelto y ajustado, consiguió Bruguera el primer punto para España.

El primer set ofreció un margen para la esperanza. Bruguera optó por el riesgo y exhibió un tenis avasallador. Tres rupturas de servicio en el primer, tercer y séptimo juegos concluyeron un rotundo 6-2 que apenas consumió 23 minutos. La segunda manga encontró un Bruguera luchador, pero menos agresivo. Sin embargo, apoyado en sus excelentes devoluciones desde el fondo de la pista y en un gran desgaste físico, logró forzar la muerte súbita. Sin embargo, fracasó en el último esfuerzo y entregó el 6-7 (6-8) con una decepcionante doble falta. Por un momento, apareció la imagen del tenista irascible y descentrado. El temor, pese a ello, se mostró infundado. En los dos sets siguientes, el número dos español recuperó la brújula del encuentro y obtuvo un severo 6-2 en el tercero y un definitivo 6-3 en el cuarto.

En Moscú, Emilio Sánchez ahuyentó la eterna incertidumbre que rodea al número 1 español en los encuentros de Copa Davis. Olvidando lo sucedido en anteriores eliminatorias, puede decirse que España cuenta con un número 1 que al menos cumple con la obligación de vencer al segundo jugador rival. El encuentro de Emilio fue complicado, pero finalmente supo resolverlo.

Cherkasov es un tenista molesto, fajador, de gran condición física y resolutivo. Gracias a ello logró adjudicarse el segundo set después de que el español dominara el primero. Los dos siguientes, sin embargo, ofrecieron lo mejor de Sánchez, muy seguro sobre la polémica superfice supreme. "Han sido dos victorias muy importantes, especialmente la de Bruguera, que ha dado un vuelco a la eliminatoria", declaró. El padre de Bruguera sí celebró la victoria del mayor de los hermanos Sánchez.