Voladura controlada
El mercado de valores, convenientemente minado por la ausencia de noticias, más incluso que por las malas noticias, está sufriendo una voladura controlada. Ayer, nuevo mínimo anual que sitúa el índice general de la bolsa madrileña, tras el habitual descenso de tres puntos, en niveles de finales de 1987, el año de los escalofrío . El dinero, refugiado, se ocupa de analizar las sustanciosas ofertas por encima del 14% que aparecen en renta fija y se limita a observar un mercado que sestea. Algún inversor, para no caer en la tentación de entrar en previsibles repuntes, ha enterrado su liquidez en activos a largo plazo.El dinero institucional hace lo justo para que todavía no se pueda hablar de caída libre, mientras la crisis del Golfo se enquista y amenaza con excitar los ánimos vendedores de quienes hasta el. momento han aguantado el tipo. En la comparación con el año negro de la bolsa, 1987, sólo hay algo positivo: el inversor contempla en los medios de comunicación, levantando polvo en el desierto, el origen de sus males.
En un mercado plano, mínimo, todavía hay quien pierde los nervios. Ayer, un operador adquirió 20.000 títulos de Sevillana 60 pesetas por encima del precio marcado. Las autoridades bursátiles denegaron la anulación de la operación.
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