Bush no permitirá la anexión de Kuwait
El presidente George Bush, en una doble advertencia al líder iraquí, Sadam Husein, hecha ante el Congreso norteamericano, declaró ayer que "EE UU no permitirá la anexión de Kuwait por Irak" ni consentirá "la proliferación de tecnologías químicas, biológicas y sobre todo nucleares". La oposición demócrata, unánime en su apoyo al presidente republicano, manifestó por boca de su portavoz, el líder de la mayoría en la Cámara, Richard Gephardt, que en tiempos de crisis como los actuales "no hay demócratas ni republicanos, sino sólo norteamericanos".
"No permitiremos que Irak consume la anexión de Kuwait. No estoy profiriendo una amenaza ni una jactancia. Me limito a decir lo que va a pasar", dijo Bush ante los repetidos aplausos de los congresistas.El presidente norteamericano, que recibió a su entrada en el hemiciclo una cerrada ovación por parte de diputados y senadores, demostración palpable de la aceptación que su política merece a las cámaras, dejó muy claras las futuras intenciones norteamericanas en la zona al manifestar que "nuestra participación en el Golfo no es transitoria". "Es anterior a la agresión de Sadam Husein y será posterior", añadió. "Nuestro papel, junto a otros, es disuadir futuras agresiones. Nuestro papel es ayudar a nuestros amigos en su defensa. Y algo más: impedir la proliferación de tecnologías químicas, biológicas, balísticas y sobre todo nucleares", declaró Bush.
En su primera alocución en una sesión conjunta del Congreso para explicar su política del Golfo, Bush subrayó, que lo que estaba en juego en esta crisis eran cuestiones no sólo económicas, sino también de principio. "Sadam Husein está intentando literalmente borrar un país de la faz de la tierra. Esta afirmación no constituye ninguna exageración. Ni tampoco es una exageración afirmar que fracasará", añadió.
El presidente norteamericano se refirió al "nuevo orden que está emergiendo en el mundo" como consecuencia de las nuevas relaciones Este-Oeste, reafirmadas en su reunión del domingo en Helsinki con Gorbachov. "Ningún dictador puede contar ya con la confrontación Este-Oeste para impedir una acción concertada de las Naciones Unidas contra la agresión. Una nueva colaboración ha empezado", dijo.
Para Bush, soviéticos y norteamericanos comparten ahora una nueva visión del mundo, "un mundo donde el imperio de la ley suplante a la ley de la jungla, un mundo en el que las naciones reconocen que tienen una responsabilidad compartida en la búsqueda de la libertad y la justicia, un mundo donde los fuertes respetan los derechos de los débiles". El líder estadounidense condenó duramente la toma de rehenes extranjeros por parte de Irak, y subrayó: "Aunque nuestros corazones están junto a esos rehenes y sus familias, su presencia [en territorio iraquí] no cambiaría la política norteamericana".
El tema de la participación de otros países en la financiación del despliegue militar norteamericano en el Golfo fue abordado por Bush. "Estamos dispuestos a afrontar nuestra parte", dijo "pero insistimos en que otros asuman igualmente su parte".
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