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La semilla de Sadam

Un colegio iraquí educa en pleno Madrid a la nueva generación de árabes

La entrada del colegio de Irak en Madrid está presidida por una gran fotografía de Sadam Husein y un letrero escrito en árabe que dice: "Mejor caídos que vencidos". Esta pequeña sucursal del conflicto en Oriente Próximo está ocupada por 220 niños de Irak, Libia, Siria, Túnez, Marruecos y Arabia Saudí que estudian religión y educación nacional subvencionados por el régimen del partido Baaz, y hablan como guerreros asediados. Curiosamente, Siria, Marruecos y Arabia Saudí han mandado tropas contra Irak.

"Aunque a los niños de mi país les han quitado la leche y les han cerrado las fronteras, Irak puede resistir", dice muy serio Mulá, de siete años, que hasta hace poco vivía en Basora, donde "hay que bajar bajo tierra cuando caen del cielo las bombas". Estos hijos de diplomáticos, empresarios y estudiantes árabes han crecido con la semilla de la guerra y el odio a Israel y Estados Unidos desde que tuvieron conocimiento suficiente como para tener recuerdos.Un compañero comenta, a sus 13 años, que el problema "lo tienen que resolver los árabes a solas", y culpa de la separación de la "gran nación árabe" a los norteamericanos. Parece increíble que el ambiente de lucha que se respira en este chalé destartalado esté metido en una urbanización de casas con césped de terciopelo.

"Me gusta Sadam Husein, nuestro presidente, porque protege y quiere a los niños", relata uno de los pequeños que, haciendo el signo de la victoria, acudió la pasada semana, con pancartas realizadas por sus mayores, a protestar frente a la Embajada de Estados Unidos en Madrid.

Los profesores insisten en que a los niños hay que explicarles el conflicto que se está cociendo en la zona, puesto que están acostumbrados a oír hablar de política e incluso son ellos los que "traen las noticias al colegio".

Militante de rosa

Safana Mohamed tiene 16 años y le cuesta mucho hablar en castellano, a pesar de que, como sus compañeros, estudia varias horas semanales esta lengua y el inglés. "La razón está de nuestro lado. Irak resistirá, porque tiene experiencia en aguantar las dificultades", explica con cara angelical y pantalones rosas.La fortaleza guerrillera que transmiten los niños no suena extraña si se tiene en cuenta que aprenden álgebra, geografía y física entre fotografías de militares en el desierto. Los dibujos infantiles que han ganado el honor de ser colgados en las paredes de la escuela contienen proclamas en árabe que hablan de mantener la fuerza ante el agresor. "Quien no suda en la construcción de su patria, nunca derramará sangre en su defensa". Son palabras de Sadam Husein, copiadas con letras de niño, para coronar un cartel de militares defendiendo una bandera palestina de la que sale una antorcha.

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El padre de uno de los niños sirios que estudian en el colegio cree que el crecimiento demográfico de los árabes corre a su favor. "Somos 200 millones de personas que, aun teniendo fronteras, no las sentimos. Podemos tener líderes que apoyen a Estados Unidos; pero cuando la democracia se extienda, todos defenderemos la misma causa".

Los encargados de la educación de los pequeños no tienen la menor duda de que la invasión de Kuwait, está justificada, y enseñan mapas escolares llenos de polvo en los que no existe la frontera violada. "Kuwait no es más que el germen de la discordia abandonado por los ingleses a su salida del territorio. Ahora vuelve a ser la provincia iraquí que fue", aseguran.

Un adolescente iraquí comenta que aún le quedan varios años para tener edad militar, pero que se siente capaz de defender su patria, y, asegura: "Estamos legitimados para utilizar las armas químicas si hay guerra".

Para estos jóvenes estudiantes del Corán, no sólo la razón, sino también Alá, está de su parte. Del otro lado está Israel y Norteamérica, que, dicen, quieren robarles lo que esíán dispuestos a defender desde que aprendieron a hablar.

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