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Restablecidas las comunicaciones terrestres con el sur

Madrid dejó ayer de estar aislado por tierra con el sur y el sureste de España. Desde las nueve de la mañana, el servicio de trenes de Renfe que une Madrid con Andalucía y Levante funcionó con normalidad, mientras que el tráfico por la carretera nacional Madrid-Cádiz se restablecía a pesar de que seguían las tareas de retirada del lodo y los materiales de arrastre acumulados. El barro era ayer el dueño de Aranjuez, una ciudad en la que no llovía, tanto desde los años 50 y a la que ningún parte meteorológico advirtió de lo que se le venía encima.La tromba de agua que cayó el domingo sobre Aranjuez sorprendió a todos. El alcalde de la localidad, Eduardo García, aseguró ayer que "ningún parte meteorológico había advertido de la situación". Los 87 litros por metro cuadrado que cayeron durante la tarde desbordaron la capacidad de la presa de contención del Mar de Ontígola, que extendió sus olas hasta el centro de la ciudad.

La biblioteca municipal ha perdido parte de sus libros; el Registro Civil estaba inundado, y la emisora local de Antena 3, igualmente inundada, no pudo emitir durante todo el día. Los vecinos se afanaban ayer, ayudados por máquinas del Ayuntamiento y de empresas constructoras requisadas por el alcalde, en limpiar el lodo acumulado en sus garajes y viviendas. Algunos edificios históricos quedaron anegados.

17 horas sin trenes

Durante 17 horas, un total de 20 trenes de largo recorrido y tres unidades regionales se vieron afectados por el corte del servicio provocado por las lluvias, que fueron especialmente intensas en el sureste de la región y en el norte de las provincias de Toledo y Cuenca, según un portavoz de Renfe. Alrededor de 5.000 pasajeros quedaron bloqueados en las estaciones de Aranjuez. y Pinto, en Madrid; y Manzanares y Alcázar de San Juan, en Ciudad Real.

Los aproximadamente 1.000 habitantes de Carabaña, localidad aislada por carretera desde el sábado, pudieron salir ayer de¡ pueblo después de que los bomberos de la Comunidad de Madrid lograran retirar la tierra y las rocas que habían cegado por dos puntos la única calzada que atraviesa por el centro del casco urbano.

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Los comercios de Aranjuez no abrieron sus puertas

Viene de la página 1Aranjuez trataba ayer de recuperar la normalidad perdida por las lluvias. No obstante, los comercios mantuvieron sus puertas cerradas durante prácticamente todo el día. El Mar de Ontígola, zona húmeda situada al sur de la localidad y a mayor altura que el casco urbano, era objeto de vigilancia especial para evitar nuevos desbordamientos.

La noche del domingo fue de locos. Un centenar de llamadas de emergencia se registraron por la policía local mientras caía la tromba de agua, entre las 15.30 y las cinco de la tarde. Sobre las 20.30 se produjo la riada al rebosar el aliviadero del Mar de Ontígola. Las calles principales de la ciudad, las zonas de El Deleite y Casas Baratas, quedaron anegadas, al igual que la colonia de viviendas de la empresa Compañía Española de Penicilina y Antibióticos (CEPA). En esta zona, otra gran avenida de agua, que cayó sobre el antiguo cauce del arroyo del Regajal, produjo daños aún sin cuantificar.

Muro de contención

La N-IV actuó como muro de contención mientras que la variante pata evitar el casco urbano se inundó rápidamente. El valle de Ontígola hizo de embudo natural, encauzando los torrentes de las localidades cercanas hacia Aranjuez. Grupos ecologistas han señalado "que las obras que se llevan a cabo en la zona del Regajal han permitido las inundaciones, ya que están obstruidos los cauces de salida del Mar de Ontígola".

Diversos comercios, un restaurante, una residencia de ancianos y numerosas viviendas sufrieron inundaciones de importancia. Varias familias gitanas fueron realojadas en el albergue San Vicente de Paúl. El alcalde de Aranjuez dirigió las tareas de prevención de acuerdo al plan de emergencia local.

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