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El total rechazo del ajuste centra la campaña de UGT

El secretario general de la Unión General de Trabajadores, Nicolás Redondo, rechazó ayer de plano "la política de ajuste y regresión social con la que el Gobierno amenaza a los trabajadores". La oposición a esta política será "el tema prioritario de la campaña electoral de UGT% ya que "será una campaña positiva y sin ataques a ninguna otra organización". Redondo hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa convocada para anunciar el inicio de la contienda electoral.

El rechazo frontal de la Unión General de Trabajadores a la moderación salarial solicitada por el Gobierno se debe a que "la crisis del Golfo no es más que una mala justificación para aplicar las mismas recetas de los últimos ocho años e introducir un nuevo ajuste". En opinión de Redondo, "el Gobierno lleva pidiendo sacrificios a los trabajadores desde 1982, y no ha hecho una política redistributiva en los mejores años". Por este motivo, a juicio del líder ugetista, "ningún miembro del Gobierno está moralmente legitimado para pedir sacrificios compartidos".La crítica a la moral del Gobierno que realizó este militante del Partido Socialista Obrero Español fue más allá. Aseguró que él echa en falta "una voz con coherencia socialdemócrata y moralidad política como la que en tiempos desarrollaba Olof Palme".

Tras estas consideraciones, Redondo invitó al Gobierno a "reconsiderar su política económica" y realizar la redistribución que no llevó a cabo en los años de mayor crecimiento ya que, a su juicio, "cuando se hace más necesaria una política redistributiva es con una crisis económica". Por este motivo, el dirigente de UGT afirmó que "en ningún caso" su sindicato aceptará aumentos salariales inferiores a la inflación, "pues defendemos una política de aumentos salariales reales".

Unidad sindical

La oposición al ajuste económico sí contará con unidad sindical, ya que, aseguró Redondo, " si hay una buena receta para superar la división sindical ésta es la política económica del Gobierno". En opinión de este sindicalista, la concertación social ya estaba bloqueada antes del inicio de la crisis del Golfo y de la guerra de los preavisos, y es el Gobierno el responsable de ese bloqueo.

Redondo hizo ayer un llamamiento para que el enfrentamiento de su central sindical con CC OO quede al margen de las elecciones sindicales, al asegurar que "vamos a trabajar con ilusión para ganar las elecciones sindicales, pero sin entrar en descalificaciones", a pesar de que "desde el Gobierno se hace todo lo posible para que la UGT no gane las elecciones". Redondo dijo que su objetivo en estas elecciones es conseguir 100.000 delegados de UGT frente a los 66.411 de 1986.

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