Rusia empieza hoy a preparar la reforma económica y la nueva Constitucion
El Sóviet Supremo (Parlamento) de Rusia, que hoy reanuda sus labores después deI receso de verano, está decidido a radicalizar una serie de leyes ya promulgadas en el conjunto de la URSS pero que no cambian la esencia del sistema existente. Además, en el orden del día está la aprobación de la reforma económica y la elaboración de una nueva Constitución.
Para el presidente del Parlamento ruso, Borís Yeltsin, lo principal es "librarse lo más rápido posible del dictado del Centro sobre las empresas" y darles una libertad real de la que hoy no gozan. "Por eso debemos aprobar una ley rusa de las empresas; una ley de propiedad que permita todas sus formas, incluida la privada; una ley de reforma agraria, porque hoy se obstaculiza la creación de granjas", dijo Yeltsin.La estabilización de la situación económica es en estos momentos la gran preocupación de Yeltsin. El líder ruso amenazó con adelantarse al Sóviet Supremo de la URSS, que reanuda sus labores dentro de una semana, y presentar su propio programa económico si el Gobierno central insiste en mejorar el que fue rechazado en junio.
La nueva Constitución que está elaborando la Federación Rusa está basada en el espíritu de la que redactó el premio Nobel Andréi Sájarov y comienza con un capítulo dedicado a los derechos del hombre. El texto, completamente desideologizado, prevé el cambio del nombre oficial del Estado, que pasa a llamarse República Federativa de Rusia, desapareciendo los adjetivos de "socialista" y "soviética".
Mientras tanto, en Krasnodar se celebró ayer la segunda ronda en las elecciones de diputados de la URSS por el escaño que dejó libre el jefe del Partido Comunista de Rusia, Iván Polozkov. Según la ley soviética, ninguna persona puede tener más de tres escaños, y optó por conservar sus es años en el sóviet provincial y en el Parlamento ruso, renunciando al de la URSS. En la primera ronda, ninguno de los 21 candidatos pudo obtener más del 50% de los votos, pero el ex general del KGB Oleg Kaluguin sacó el 44,93% y su opositor más cercano sólo el 10,66%. A pesar de que en los medios de difusión oficiales se ha orquestado una campaña contra Kaluguin, que ha criticado duramente a los órganos de seguridad soviéticos, nadie duda de su victoria.
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