La guerra no vende

IGNACIO CARRIÓN ENVIADO ESPECIAL, En estas provincias del este saudí, tan próximas al escenario del conflicto, el comercio local ya ha sufrido una gran derrota: "Vendemos un 90% menos que hace un mes", dijo a EL PAÍS Nasser Amoudi, propietario de una cadena de establecimientos de electrónica en Dahran, quien añadió que los que ahora se defienden mejor son los negocios de alimentación (hay que dar de comer a los soldados hambrientos) y los joyeros. "El oro y la plata han bajado de precio tanto como nosotros de moral", afirmó Amoudi.

Cumplido el primer mes desde la invasión iraquí de Kuwait, el estado de ánimo predominante en Arabia Saudí es el de esperar y ver qué pasa. Con grandes reservas reaccionaron aquí los periódicos, fiel reflejo de la opinión gubernamental, a las conversaciones entre el secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, y el ministro de Asuntos Exteriores de Irak, Tarek Aziz. El diario Arab News comentaba en su último editorial que este diálogo tampoco aleja el peligro de una "terrible catástrofe", y añadía que los motivos para sentirse pesimistas no han desaparecido, pese a reconocer que "existen algunos signos que revelan que las ideas de Bagdad no son tan duras como las palabras". Hacía referencia a la puesta en libertad de rehenes mujeres y niños, y al sometimiento de los barcos iraquíes al bloqueo naval.Palabras duras ya se han oído en Dahran, ciudad literalmente ocupada por las tropas norteamericanas, y han sido pronunciadas por el combativo general Norman Schwarzkopf, quien por primera vez rompió su silencio para vaticinar que "si las tropas iraquíes son tan estúpidas como para atacarnos ahora, la broma les costará muy cara".

Este general, que va espectacularmente escoltado por enormes guardaespaldas militares, indicó que las tropas iraquíes en Kuwait se encuentran desplegadas defensivamente, pero añadió que podrían pasar con toda rapidez a la ofensiva. No obstante, el general Schwarzkopf, quien calificó a los mandos militares iraquíes de "banda de gánsteres", dijo que el Ejército estadounidense cuenta con un armamento mucho más mortífero y efectivo que el utilizado hasta ahora. Se estima, aunque no se dan cifras oficiales, que ya están desplegados en territorio saudí más de 100.000 soldados norteamericanos y que en breve acudirán otros 50.000 más, mientras continúan llegando ininterrumpidamente por mar y aire miles de toneladas de material bélico y toda variedad de carros de combate.

El ataque

En sus virulentas declaraciones a la prensa internacional, el general norteamericano recalcó que Estados Unidos no tiene la intención de atacar a Irak a menos que Irak inicie hostilidades, ya que sus tropas tienen por única misión la defensa de Arabia Saudí. También dijo que está fuera de toda consideración establecer bases permanentes de Estados Unidos en este país amigo.

La existencia de rehenes en poder de Sadam Husein no alteraría en absoluto la estrategia militar. "Me preocupa como a todo el mundo cada vida humana, pero lo que tengo que hacer es planificar mi acción sin tener en cuenta los rehenes", dijo Norman Schwarzkopf, quien sigue de este modo la línea trazada por el presidente Bush, cuando manifestó que los rehenes no van a disuadirle de usar la fuerza.

La escalada propagandística sigue siendo un objetivo primordial en este momento del conflicto. Las televisiones captan imágenes supuestamente prebélicas solicitadas a la carta. El portaaviones USS Independence es un plato muy sabroso para los periodistas, a quienes se les va brindando la posibilidad de pasar un día a bordo de esta gigantesca máquina de destrucción. Oficiales y marinería repiten el mismo mensaje: si quieren ver de lo que somos capaces, que prueben.