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La amarga reaparición del amigo de El Nani

Ángel Manzano vuelve a la cárcel, tras haber sido indultado por el Gobierno hace nueve meses

Ángel Manzano Rubio salió de la cárcel el 13 de noviembre de 1989, exactamente el mismo día que se cumplían seis años de la desaparición de su amigo Santiago Corella, El Nani. Manzano, que estaba condenado a 15 años de reclusión, fue indultado por el Gobierno con la condición de que no volviera a delinquir. Al recobrar la libertad aseguró: "La cárcel no se la deseo a nadie, ni siquiera a los policías que me torturaron". Pero ahora, nueve meses después, ha vuelto tras las rejas, implicado en un caso de tráfico de drogas.

El delincuente Ángel Manzano se convirtió en un héroe cuando en mayo de 1988 se presentó voluntariamente ante el tribunal que juzgaba a los policías acusados de hacer desaparecer a El Nani. Manzano, que entonces estaba "en paradero desconocido", se decidió a testificar contra los agentes a pesar de que sabía que acto seguido sería encarcelado.Desde ese momento, muchas voces se alzaron en demanda del indulto para Angel Manzano, alegando que con su valentía se había logrado desenmascarar a la denominada mafia policial. El delincuente dejó de ser tal para convertirse en un héroe. Después de un lento proceso burocrático, el presidente González firmó la medida de gracia el 10 de noviembre del año pasado. Luego, Manzano fue olvidado por todos.

Manzano" sin embargo, volvió a resucitar el pasado miércoles, cuando fue detenido en La Coruña acusado de formar parte de una red de traficantes, en cuyo poder fue hallado medio kilo de heroína. ¿Qué ha hecho durante estos meses? Conchi Martín, su mujer, asegura que ha estado trabajando en una pizzería de la céntrica calle de Santa Cruz de Marcenado, en Madrid, que montó junto con su hermano.

"Pedímos un millón de pesetas al cuñado de Ángel y así hicimos la pizzería", dice Conchi.

"Pero el negocio", añade, "no ha ido muy bien. La gente no se enrolló con esto y hubo que dar platos combinados y cosas así. El hermano de Ángel, que también es socio del local, ha dicho que quiere regresar a Alemania. Así que lo más seguro es que cerremos el negocio".

Conchi asegura que Manzano no ha vuelto a delinquir, "aunque él no puede evitar que alguna vez le hayan visitado amigos que hizo en cárcel". "Tomaban unas cervezas y hablaban de sus mesas. El no les preguntaba si llevaban una pistola en el bolso o si acababan de pegar un atraco".

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Conchi Martín, junto con su hija Sandra, de seis años, se marchó de Madrid en junio para pasar el verano con sus padres en una casa que estos poseen en un pueblecito de Segovia, próximo al puerto de Somosierra.

Una moto y un Mercedes

Ángel visitaba con frecuencia a su mujer y a su hija, despertando en los 200 vecinos entre curiosidad y recelo: "Una veces venía con un cochazo Mercedes, con matrícula alemana, y otras veces con una potente moto Honda", dicen. Pero su mujer asegura que tales vehículos no eran suyos, sino de su hermano.

Conchi recuerda que el último contacto que tuvo con Ángel fue el pasado lunes: "Se fue a Galicia a ver a Joaquín Ozores, al que le llamaban Quinxo, con el que hizo amistad en la cárcel. Quinxo vive en Boiro y Ángel fue a visitarle para que le ayudara a alquilar un apartamento para pasar unos días de vacaciones en familia".

La compañera de Manzano no supo nada de él durante días, hasta que alguien le dijo que había oído en la televisión que le habían detenido por un asunto de drogas. Y Conchi no acaba de creérselo: "No es que nos sobre el dinero, pero para comer tenemos. Además, en casa de mis padres siempre hay un plato caliente para nosotros. Yo como en la inocencia de Ángel".

La policía madrileña estaba tras los pasos de Ángel Manzano por tener sospechas de que "andaba en algo sucio" desde hace meses, "pero al ser un indultado, había que cogerle con las pruebas suficientes para no dar un patinazo".

Volver a empezar

"Esto es un palo", afirma Conchi Martín mientras resopla con desesperación. "Yo creí que jamás volveríamos a estar con los líos de policías, jueces, abogados..., y ahora es como volver a empezar una pesadilla", añade.La compañera sentimental de Manzano afirma que la policía no les ha perseguido ni molestado lo más mínimo desde que fue indultado por el Gobierno, hace nueve meses. "Nosotros no hemos advertido nada raro, ni nadie nos ha puesto especiales dificultades para nada", agrega.

Por su parte, Fernando Salas, el abogado que ejerció la acusación particular en el sumario de El Nani, declaró el pasado viernes a la agencia Servimedia que la detención de Ángel Manzano podría ser una trampa en venganza por su actuación.

Según el gobernador civil de La Coruña, Ramón Berra, el amigo de El Nani y el madrileño Francisco Moya Castillo habían ido a Galicia para abrir mercado y buscar compradores de heroína. Amelia María Cortizo, juez de Ribeira (La Coruña), ha decretado el secreto del sumario, ya que cree que en Madrid puede haber más implicados.

Si Manzano fuera juzgado y encontrado culpable por este nuevo asunto, quedaría sin efecto el indulto por el que se anuló la condena de 15 años de cárcel que tenía pendiente.

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