Pérez de Cuéllar se ofrece a mediar en la crisis y Sadam Husein acepta recibirle en Bagdad
El secretario general de las Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, se comprometió ayer personalmente a iniciar una mediación en la crisis del Golfo al invitar al ministro de Exteriores de Irak, Tarek Aziz, a reunirse con él para buscar una solución pacífica. El presidente iraquí, Sadam Husein, por su parte, dijo anoche que Pérez de Cuéllar "es siempre bienvenido en Irak". La iniciativa del secretario de la ONU se hizo pública pocas horas después de que el Consejo de Seguridad, en una decisión que refleja el rechazo mundial a las acciones iraquíes en el Golfo, aprobara por 13 votos a favor y dos abstenciones -Yemen y Cuba- una resolución histórica que autoriza a los países miembros el uso de la fuerza (aunque ésta no se menciona, sino que se habla de "medidas proporcionadas") para imponer las sanciones económicas contra Irak.
Pérez de Cuellar, que se encontraba en vista oficial en Bogotá, manifestó que invitaba a Aziz a encontarse con él, "urgentemente, en Nueva York o en Ginebra, para comenzar, preferentemente la semana próxima, un completo intercambio de opiniones sobre la crisis". "Ha llegado el momento", agregó, "en que el secretario general [de la ONU] debe emprender un esfuerzo personal" para evitar una escalada de la tensión en el Golfo."El Consejo de Seguridad", agregó, efectuó esta últimas semanas un trabajo extremadamente importante", aunque "no puede negociar". "En lo que a mí respecta", agregó, para iniciar negociaciones diplomáticas "tengo la ventaja de no representar a ningún país". Pérez de Cuéllar aludió también a su relación personal con Aziz, de la época en que negociaron la paz durante el conflico entre Irán e Irak.
Sadam Husein, por su parte, declaró en Bagdad, durante una rueda de prensa que concedió junto al presidente austriaco, Kurt Waldheim, que el secretario de la ONU "es siempre bienvenido en Bagdad", con lo que dejaba la puerta abierta al desarrollo de conversaciones sobre la crisis
Sólo en dos ocasiones
Sólo en dos ocasiones en sus 45 años de historia, con ocasión de las crisis de Corea y de Rodesia había adoptado la ONU resoluciones similares como la referida Irak. Un portavoz iraquí aseguró que "se trata de una resolución puramente norteamericana, reflejo de su sistema y de su agresiva política exterior".La decisión del Consejo de Seguridad supone una nueva victoria para Estados Unidos, cuya diplomacia trabajó incansablemente durante los últimos siete días para conseguir el acuerdo final de los 15 miembros del Consejo, y una nueva derrota moral para Bagdad.
El texto final de la resolución es considerablemente más suave que el presentado originalmente el pasado lunes por el embajador norteamericano en las Naciones Unidas, Thomas Pickering. En su redacción final, la resolución pide a los Estados que mantienen fuerzas navales en la zona que "utilicen las medidas proporcionadas a las circunstancias específicas que puedan ser necesarias bajo la autoridad del Consejo de Seguridad para detener todo el tráfico marítimo hacia y desde Irak con el fin de inspeccionar y comprobar su cargamento y destino". La redacción primitiva se refería sin más al uso de la fuerza, sin introducir la graduación de "proporcionalidad a las circunstancias específicas".
El cambio de texto fue necesario para vencer la resistencia inicial soviética, contraria a una generalización del término "empleo de la fuerza". Sin embargo, lenguaje diplomático aparte, el mensaje de la resolución es claro: "Asegurar la estricta puesta en vigor de las sanciones" contra Irak aprobadas por el Consejo el pasado 6 de agosto.
Concesiones a la URSS
La resolución hace igualmente otras dos concesiones a la Unión Soviética. En primer lugar, solicita a los países miembros que agoten "al máximo las medidas políticas y diplomáticas" antes de recurrir al uso de fuerza militar. Y, en segundo, la resolución pide que se coordine la aplicación de las sanciones "con los mecanismos apropiados del comité militar de las Naciones Unidas", un organismo creado por la Carta fundacional de la ONU cuya actividad ha sido nula durante la guerra fría.El representante soviético Valentin Lozinski, manifestó después de aprobarse la resolución, que la URSS estaba considerando la posibilidad de que sus navíos en la zona participasen en la fuerza internacional naval.
Por su parte, el embajador norteamericano, Thomas Pickering, un veterano del Departamento de Estado, manifestó que la resolución era "lo suficientemente amplia para permitir el uso de la fuerza, de una fuerza mínima, según las circunstancias lo requieran". La Marina norteamericana está vigilando atentamente los movimientos de una docena de barcos de bandera iraquí sospechosos de intentar burlar el embargo comercial.
En reuniones informales con los miembros del Consejo previas a la aprobación de la resolución, Pickering y su colega homólogo británico, sir Crispin Tickell, documentaron con fotografías tornadas por los aviones y satélites espía norteamericanos lo que calificaron de violaciones iraquíes del embargo comercial.
[Gorbachov viajará a París en octubre, según anunció el ministro francés de Exteriores, Roland Dumas, quien se entrevistó ayer con el presidente soviético en Moscú, informa France Presse.]
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