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GUERRA EN EL GOLFO

Las palabras de Sadam

El líder iraquí es un hábil comunicador que utiliza sus discursos como arma psicológica

Ángeles Espinosa

ÁNGELES ESPINOSA, La guerra que durante ocho años mantuvo con Irán no impidió a Sagdad seguir organizando un grandilocuente festival poético, el Marbed. Los funcionarios que atendían a los invitados insistían en que el esfuerzo era fruto del amor de los iraquíes por el verso". En medio de tanta loa a su presidente, nunca pude comprobarlo. A quien, a tenor de sus últimos discursos, parece gustar la utilización de la palabra para llegar a los sentimientos es a Sadam Husein. El líder iraquí ha convertido sus mensajes en una verdadera arma psicológica, capaz de tocar las cuerdas más sensibles del pueblo árabe.

No contento con explicarse desde una perspectiva política y geoestratégica, Sadam ha recurrido a los argumentos religiosos, e incluso a la mitología. En su último mensaje, el pasado jueves, criticaba `la riqueza personal del Creso de Kuwait", una referencia cultista que muy pocos árabes habrán entendido. No es el caso de sus propuestas de reparto de los beneficios del petróleo, que la ingenuidad de las masas árabes, inmersas en la propaganda y la desinformación, puede hacer ver como factibles."Ha presentado la cuestión en términos de ricos y pobres, lo que comprendo como ser humano, pero en un engaño", manifiesta un diplomático de un país del Golfo. "Detrás de su retórica no se esconde más que la ambición de controlar el 60% de las reservas mundiales de crudo", añade la fuente. Las monarquías petroleras contra las que ha emprendido su particular cruzada acusan a Sadam de hacer generosos donativos al resto del, mundo árabe con el dinero que ellas le regalan. Pero estos argumentos resultan demasiado complicados para el hombre de la calle, que en Mauritania o en Yemen ve mucho más clara la imagen del hermano rico y el hermano pobre.

"¿No sabe usted, Excelencia, que la ayuda norteamericana a Egipto representa una pequeña parte de los beneficios que Estados Unidos obtiene de la riqueza árabe?", le ha preguntado a Mubarak. `La parte de riqueza ára be que corresponde al pueblo de Egipto es muy superior a los do nativos que llegan de Norteamérica. Usted debería estar al lado del pueblo egipcio, de los desfa vorecidos de Egipto".

Estos argumentos populistas capaces de encontrar eco en países como Sudán, chocan en Egipto con un factor de rechazo nada desdeñable: el mal gusto de boca que ha dejado en varios mi llones de sus emigrantes el paso por Irak. Contratados durante la guerra contra Irán para cubri

los puestos de trabajo menos cualificados, han estado soweti dos a acuerdos de trabajo leoni nos, condiciones de vida penosas y, lo más grave, un control de cambios que les impedía llevarse sus ahorros a casa. Ahora, en el último desdén, Bagdad ha cancelado el pago en El -Cairo de las transferencias de divisas de los trabajadores que aún no se han ido.

Recuerdo de Naser

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De todas formas, lo ha intentado también por otro camino. "Aquellos que conspiran contra mí", les ha dicho Sadam, "conspiraron, por la misma razón, contra Gamal Abdel Naser". Para el egipcio de a pie, Naser sigue siendo el hombre y el líder por antonoma sia, el creador de la República Árabe, que liberó a Egipto del yugo colonial y lo lanzó a la era contemporánea. Poco importa que aquello fuera el principio del fin, ni que Egipto haya ido para atrás desde entonces. En la men te de los hijos del Nilo, Naser es el padre de la patria. Comparar se con él puede ser una ofensa o una baza. -De lo que no cabe duda es de su éxito en el empleo del arma religiosa para escapar del cerco político, economico y militar impuesto por sus vecinos. El héroe iraquí ha logrado asociar su lucha con una pretendida defensa de los lugares santos del islam en Arabia Saudí. La jugada ha tenido éxito y miles de musulmanes de todo el mundo han caído en la trampa, sin percatarse de que más de 1.000 kilómetros separan La Meca y Medina del lugar del conflicto. Desde el Frente Islámico de Liberacion argelino hasta el movimiento integrista Hamas, en los territorios ocupados, numerosos grupos se han manifestado contra la profanación de la presencia norteamericana.

Incluso en el compla ciente Egipto se ha sentido el recelo ante el imperialista de la propaganda naserista. En el primer momento, los Hermanos Musulmanes también hicieron oír su voz contra el Gran Satán de Jomeini, pero luego el interés nacional les ha llevado a silenciar ese aspecto y concentrarse en la defensa de su rais. Hasta se ha mencionado la sacrílega posibilidad de que haya algún judío entre los soldados estadounidenses. Es rizar el rizo.

"Al presidente de Estados Unidos, tras haber sabido ( ... ) que ha afirmado su determinación de proseguir una política perjudicial a Irak, una política de colonización y de profanación de los lugares santos de la tierra de los árabes y de los musulmanes, en Hedjaz y Najd (Arabia Saudi)", empezaba una de las cartas abiertas que ha dirigido a George Bush.

Ese mismo día concluía con un llamamiento digno del que fuera su máximo enerníg9, el fallecido ayatolá Jorneíni: `Arabes, las puertas del paraíso se abren ante vosotros. Ya es hora de. que vosotros, musulmanes, asumáis vuestro papel, y se abre ante vósotros la vía de la guerra santa que ha provocado la cólera del impúdico Bush".

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Sobre la firma

Ángeles Espinosa
Analista sobre asuntos del mundo árabe e islámico. Ex corresponsal en Dubái, Teherán, Bagdad, El Cairo y Beirut. Ha escrito 'El tiempo de las mujeres', 'El Reino del Desierto' y 'Días de Guerra'. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense (Madrid) y Máster en Relaciones Internacionales por SAIS (Washington DC).

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