El IPC de julio provoca nuevas caídas en Wall Street
La publicación en EE UU del IPC relativo a julio, que aumentó un 0,4% en lugar del 0,2% anticipado, junto a un descenso del 2,6% en las nuevas construcciones, confirmaron los temores de los inversores respecto a la entrada de la economía en un período de stagflacion, es decir, estancamiento económico acompañado de tensiones inflacionistas. Los inversores se vieron alarmados por la inflación subyacente ya que el IPC, excluyendo alimentación y energía, aumentó en un 0,6%. Asimismo, conviene hacer notar que el dato es relativo a julio y que, por tanto, aún no refleja el aumento de los precios del petróleo. Consecuentemente, el IPC de agosto podría experimentar un alza importante. En opinión de los analistas la Reserva Federal se encuentra en estos momentos ante un difícil dilema ya que no se puede luchar contra ambos problemas a la vez y es difícil decidir si seguir luchando contra la inflación o bien proteger a la economía frente a una recesión.
En este contexto los mercados financieros se situaron rápidamente a la baja; bajas que se acentuaron tras las beligerantes declaraciones de Sadam Husein acusando a George Bush de mentiroso y de tener intenciones de apoderarse de las riquezas del Golfo. De esta forma la cotización de los bonos del Tesoro a 30 años cayó fuertemente, aumentando las rentabilidades hasta el 8,91 % frente al 8,85% el día anterior. Mientras la Bolsa de Nueva York rompía la estabilidad de los últimos dos días iniciando la sesión con bajas que fueron en aumento para situarse al cierre de la sesión con un saldo negativo de 66,83 puntos.
Por otra parte, las cotizaciones del petróleo siguieron estabilizadas en torno a los 26,5 dólares por barril para el Brent del mar del Norte.
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