El embargo contra Irak dispara el precio del petróleo y hunde las bolsas

Las bolsas occidentales reflejaron ayer con dramáticas caídas el efecto del embargo en las compras de petróleo a Irak y Kuwait. El temor a la escasez y al encarecimiento de los precios del petróleo, que ayer superó los 28 dólares por barril en Nueva York, provocaron un fuerte bajón en la Bolsa de Tokio, que cedió 916,23 yenes. Las dependencia energética de Japón -un 99% de su consumo- azuzó esta sensación de crisis. Después de Tokio, el efecto dominó contaminó a las demás bolsas occidentales. Nueva York cayó 93,31 puntos, y Madrid, 17,53, el segundo descenso más importante de su historia.

En París, el mercado perdió el 5%, y en Londres cedió 64,4 puntos. Nueva York, la última bolsa en cerrar, registró igualmente un descenso de 93,31 puntos, en una sesión caracterizada por el nerviosismo. Con los resultados de ayer, la Bolsa de Nueva York ha bajado más de 177 puntos desde que se inició la crisis del Golfo.En España, los valores controlados por KIO registraron evoluciones muy diferentes, puesto que mientras Torras no cotizó, ya que hay poco papel en el mercado y con un precio fijo de adquisición, y Prima Inmobiliaria perdía 50 pesetas, Ercros cedió un 10,19%, y Ebro, un 14,92%. Industrias Agrícolas perdió 75 enteros. El dólar, mientras tanto, sufrió una nueva depreciación frente a la peseta, con un fixing (cambio medio) de 96,983 pesetas por dólar.

Desde la invasión de Kuwait, el pasado día 1 de agosto, la Bolsa de Tokio ha perdido un acumulado de 2.436 yenes, lo que representa el 7,2% del valor de las acciones inscritas en el mercado.

Por su parte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó anoche, con 13 votos a favor y 2 abstenciones (Yemen y Cuba), el embargo total del comercio mundial con Irak -vinculante para todos los países miembros y no miembros de la organización internacional- como represalia por la negativa iraquí a retirarse de Kuwait. Sólo las medicinas y los suministros de alimentos de carácter humanitario quedan excluidos de las sanciones.

El presidente norteamericano, George Bush, expresó su satisfacción por la resolución de Naciones Unidas y anunció que no excluía "ninguna medida para poner en vigor las sanciones".

Paralelamente, Arabia Saudí concentró ayer de nuevo todas las miradas en el plano político y militar. Sus autoridades desmintieron a última hora de la tarde que el ejército se estuviera concentrando en la frontera kuwaití, a tiro de piedra de las unidades iraquíes, y que se hubiese decretado la movilización general, tal y como habían asegurado fuentes occidentales. Sin embargo, la tensión en la zona siguió creciendo. El presidente norteamericano, George Bush, envió imprevistamente a su secretario de Defensa, Richard Cheney, a Riad. El responsable del Pentágono solicitará apoyo, fundamentalmente logístico, a la rica monarquía petrolera del golfo Pérsico si se opta por una intervención militar.El presidente estadounidense ha encargado también a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) que prepare un plan para derribar al régimen de Sadam Husein, que parece haber sustituido al ayatolá Jomeini como gran Satán.

El boicoteo decidido por la ONU podría abrir la puerta a que Turquía y Arabia Saudí corten los oleoductos que dan salida a la mayor parte de las exportaciones iraquíes de petróleo. Adelantándose a esa eventualidad, Bagdad acordó ayer suspender el envío de petróleo por uno de los dos oleoductos, que, atravesando territorio turco, llegan hasta el Mediterráneo.

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