TVE dedica un ciclo de cine a Paco Martínez Soria

La ciudad no es para mí, que se emite esta noche a las 22.35 en TVE- 1, es la película que abre un nuevo ciclo sobre Paco Martínez Soria, el popular actor fallecido en febrero de 1982. El turismo es un gran invento, Don erre que erre y El alegre divorciado son otros filmes que se ofrecerán durante el verano. Naturalmente, una cosa es hablar de la idoneidad del actor para conectar con las más vastas capas de público y otra muy distinta es entrar en los terrenos de la calidad. En este sentido, el ciclo presente no hace otra cosa que incrementar el bajo nivel artístico que, en lo referente a cine, cunde este verano en las pequeñas pantallas.

Bien sabido es éste es otro hecho: Paco Martínez Soria era un excelente actor metido en malas películas. En cine empezó en 1934, y un año después ya desempeñaba un papel importante en Error judicial.

Una larga carrera

Varias películas Jalonaron a partir de ahí una etapa de su carrera, de unos.20 años, imprecisa, con vaivenes, que no materializó todavía su figura característica: Diego Corrientes; Paquete, el fotógrafo público número l; Alma de Dios; El difunto es un vivo; Un enredo de familia; El hombre de los muñecos; Viviendo al revés; La danza del corazón (todas ellas de Iquino); Deliciosamente tontos (Juan de Orduña); Almas en peligro (Antonio Santillán); La montaña sin ley (Miguel Lluch); Fantasía española (Javier Setó); una nueva versión de El difunto es un vivo, ésta de Juan Lladó, etcétera.

Pero su éxito está en el teatro, su actividad principal siempre, Y durante los primeros sesenta es una obra de Fernando Ángel Lozano la que lo mantiene en cartel varias temporadas: La ciudad no es para mí. Su adaptación cinematográfica, claro, es la espoleta que lo convertirá en un actor de cine de multitudes.

¿Qué hacemos con los hijos?, El turismo es un gran invento, Abuelo made in Spain, Hay que educar a papá, El padre de la criatura, El abuelo tiene un plan, El alegre divorciado, Estoy hecho un chaval, Vaya par de gemelos (dirigidas por Pedro Lazaga), Don erre que erre (Sáenz de Heredia), El calzonazos (Ozores), son algunas de las obras que prolongan el hallazgo. En todas ellas, Paco Martínez Soria hace de Paco Martínez Soria. Dio en la diana de una acérrima reiv indicación de la nobleza baturra, un elogio de los encantos de lo rural, el hombre rústico con un corazón tan grande como una cesta de dinosaurios.

Se riride homenaje, pues, a un actor que no podía por menos que despertar simpatía, pero no esperemos este verano hallar en sus películas nada que tenga que ver con el arte.