Burrell se impone a Lewis en los 100 metros
Leroy Burrell confirmó en los Juegos de la Amistad su protagonismo en la velocidad mundial. La revancha entre Carl Lewis y Ben Johnson ya no tiene tanta importancia, porque Burrell es el nuevo hombre a batir. A sus 23 años hizo lo inesperado, vencer por primera vez al plusmarquista mundial por tres centésimas, 10.05 segundos contra 10.08, pero, sobre todo, a la manera de¡ rival. Burrell salió peor que Lewis, pero le alcanzó a los 60 metros y le superó en las últimas zancadas. De la misma forma que Lewis ha estado ganando en los últimos 10 años.
"Leroy realizó una tremenda carrera y se merece el triunfo", afirmó Lewis después de la prueba. "Tenía más fuerza e hizo lo que tenía que hacer. Si Dios quiere esto, por eso le ha dado a América dos hombres fuertes en la prueba. Y todo es para el bien del deporte", señaló. Los archivos históricos recordarán que el americano Mark Witherspoon finalizó tercero en 10.17 segundos, pero la carrera perteneció totalmente a Lewis y Burrell. El cubano Andrés Simón y el americano Andre Carson arrancaron primeros, pero únicamente para cederle el puesto a Lewis. Burrell, que como Lewis, su compañero de equipo, adolece de una pobre salida, le igualó a los 60 metros y desde ese instante hasta la llegada los dos estuvieron casi parejos, idénticos en estilo y ritmo. Fue un final apasionante, Burrell con su pecho por delante y Lewis estirando su cuerpo en un intento desesperado por la victoria.
¡Dios mío, qué mal salí!
"Pensé: ¡Dios mío, qué mal salí!. Tengo que mejorar pitando", declaró Burrell. "A mitad de la carrera ya iba a tope. Aceleré con todas mis fuerzas y yo creo que ésta fue la diferencia. Sentí que Carl resurgía cuando quedaban 20 metros, pero me dije a mí mismo: 'Leroy relájate'. Pude hacer lo y la fuerza que me quedaba me llevó hasta la llegada".
Fue la primera derrota de Lewis, de 29 años, y seis veces campeón olímpico en una carrera importante desde que perdió frente al americano Joe DeLoach en la final de los 200 metros de los Juegos Olímpicos de Seúl en 1988. Pero Lewis nunca había caído de tal manera en los 100 metros y puede que este momento marque el inicio de una nueva época.
Burrell, quien había perdido en cinco ocasiones previas frente a Lewis, está invicto en los 100 metros de este año y tiene los mejores tiempos del mundo. Ha realizado 9.94 y 9.95 segundos con viento favorable y 9.96 legales, lo que lo dejó a centésimas del récord de 9.92 que pertenece a Lewis. Lo importante de la victoria es que Burrell se confirmó a sí mismo y a muchos técnicos que tiene capacidad para ser un campeón. Evidentemente, debe mejorar la salida, su punto más flojo y que le ha impedido, con seguridad, haber superado ya el récord mundial.
Cuando le preguntaron cuándo había conseguido su mejor nivel de rendimiento, respondió: "Creo que cuando corrí en 9.94 segundos". Burrell confesó que la espera de la carrera de ayer le produjo un pequeño ataque de nervios. "Pero me pude tranquilizar por la mañana y una vez que llegué a la pista no tuve inconveniente en concentrarme", dijo.
Como siempre, la sombra de Ben Johnson, el canadiense que batió el récord mundial y venció a Lewis en los 100 metros de Seúl, para perder su medalla de oro y ser sancionado después por dos años al dar positivo en un control antidoping, rondaba detrás de Lewis. Si tras los resultados del lunes, Burrell es el hombre más veloz del mundo, entonces cualquier encuentro entre Johnson y Lewis sería para ver quién ocupa el segundo puesto. Lewis salió de la mejor manera del asunto, intentando quitarle interés: "Nos queda mucho antes de que llevemos a cabo esa carrera. Ben regresará al deporte y hablaremos cuando comience a correr. Hasta entonces lo único que importa son los atletas que compiten sin la ayuda de drogas", declaró Lewis. "Yo creo que todavía me queda por realizar la mejor carrera de mi vida".
Pérdidas
La victoria de Burrell quitó importancia a las otras noticias del día. La primera entre ellas fue la afirmación, por parte de Ted Turner, dueño de la cadena TBS como la organizadora de los Juegos de la Amistad, que se sufrirán 26 millones de dólares en pérdidas, unos 2.600 millones de pesetas, dos veces más de lo previsto.
Por otro lado, la norteamericana Jackie Joyner-Kersee, a consecuencia de una lesión de muslo, no pudo batir su récord mundial del heptatlón, aunque de todas formas ganó fácilmente con 6.783 puntos.
En natación, la americana Janet Evans, una de las estrellas de Seúl consiguió su tercera medalla de oro al nadar los 1.500 metros libres en 15.54.23 centésimas. Fue un tiempo masculino, apenas dos segundos solamente por encima de su récord, y otra vez histórico porque es la segunda vez que una mujer baja de los 16 minutos en la distancia más larga en piscina, aunque no olímpica aún en mujeres.
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