Calle de moda
Mal asunto el vivir en una calle de moda. Una calle de unos 300 metros en la que se concentra casi el 90% de los pubs de marcha nocturna, que en su mayoría incumplen las medidas de aislamiento acústico; una calle sin salida por un lado en la que retumban en la madrugada los tubos de escape de motos y coches que no se re signan a la despedida; una calle en cuyas aceras y escalones de las casas la tertulia etílica o tertulia a secas continúa aun después de los cierres de los locales; una calle como habrá cientos en toda España, pero en este caso es la mía: López de Ayala, en La Línea de la Concepción (Cádiz).En un pueblo tan castigado por males mayores, los perjuicios que genera al vecindario el vivir en el eje de la moda seguro que no quita el sueño a los ediles. Salvo que alguno viviera (y durmiera) en esta calle...
La legislación sobre esta materia es escasa, y la que hay (licencias de apertura, horas de cierre, etcétera) se incumple casi siempre. Los tiempos van, sin duda, más rápidos que las leyes. A ver si empujamos todos un poquito para perderle el miedo a la noche.-
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