El Banco de España considera que la economía ha vuelto a 'calentarse'

El enfriamiento de la economía española empezó siendo muy lento y se ha frenado en seco durante el segundo trimestre de este año, según el Banco de España. El último Boletin Económico del banco emisor, que se hará público hoy, asegura que a partir de marzo se ha producido un rebrote en el crecimiento del consumo y, por tanto, de la demanda interna. Este despunte del consumo obedece, según los técnicos del banco, al impulso que ha recibido la renta de las familias españolas tanto por las mejoras salariales acordadas en la negociación colectiva y la aplicación de las cláusulas de revisión como por la devolución de las declaraciones negativas del IRPF del pasado año.

El consumo del sector privado y, en especial, el de bienes no duraderos, ha experimentado un fuerte repunte durante los tres últimos meses de este año que pone en peligro el éxito de la actual política de enfriamiento económico. Las restricciones de crédito no han tenido el impacto depresivo que se esperaba. Las empresas han mantenido su nivel de financiación, ayudadas por los pagarés de empresa, con la excepción del sector de la construcción.El cuadro de la evolución trimestral de las principales magnitudes de producción y demanda, que ha elaborado el banco emisor, pone de relieve un salto en el consumo desde el 1,6% del primer trimestre del año al 5% durante los tres últimos meses.

El crecimiento del consumo y, en menor medida, de la inversión en bienes de equipo, inició su recuperación en marzo, apoyado, según el Banco de España, por "la aceleración registrada por los salarios nominales en las negociaciones colectivas de 1990". Los automóviles son la excepción a este aumento del consumo, según el banco, ya que el parque automovilístico se ha renovado en los últimos años.

Inflación subyacente

Este repunte del consumo "ha contribuido a agravar el proceso inflacionista". El problema es que el IPC está bajando en los últimos meses sólo con el apoyo de la contención de los precios en los alimentos, mientras que la inflación subyacente (la que mejor mide las tensiones de precios) se mantiene o repunta al alza.Uno de los inconvenientes de este crecimiento del consumo es que no ha estado acompañado por un aumento de la produción igual de rápido. Según los datos del banco, Ia recuperación en el ritmo de aumento de la demanda a medida que avanza el año actual no está arrastrando consigo a la actividad interior", de la misma forma que la desaceleración en la segunda mitad de 1989 no estuvo acompañada de un des censo inmediato de la actividad". Con todo, el producto interior bruto (PIB) en el trimestre pasa do creció un 3,5%, frente a un 2,5% del primer trimestre de 1990. La demanda, mientras, ha crecido un 5,8% en el segundo trimestre frente a un 4,2% en el primero.

Esta lenta respuesta de la producción se ha traducido en un aumento de las importaciones, que se habían desacelerado considerablemente durante el segundo semestre del pasado año. Las importacl ones han crecido un 13% en los últimos tres meses, la tasa más alta desde el primer tri mestre de 1989. El repunte de la demanda también ha afectado a las exportaciones, pero en este caso reduciendo su tasa de varia ción. El empeoramiento del sec tor exterior ha estado acompana do de un aumento de las salidas de capital, aunque la balanza de capitales mantiene su superávit.

El problema más inquietante tras este repunte, a juicio del Banco de España, es que "no hay indicios de que la brecha que separa la inflación española de la de los restantes países del Sistema Monetario Europeo se esté reduciendo".