Los mieneros del carbón irán a la huelga el 11 de julio

Los mineros del carbón confirmaron que realizarán una huelga política el 11 de julio, a pesar de los llamamientos hechos desde la tribuna del 28º Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) para tratar de impedirlo. Se teme que la huelga pueda ser un grave factor desestabilizador, y aunque en un principio debe durar sólo 24 horas, nadie garantiza que no continuará y que no hará de detonador de un proceso difícil de controlar.El próximo miércoles se cumple un año del comienzo de la primera huelga nacional, que paralizó a dos millones de trabajadores. Ahora los obreros quieren conmemorar el primer aniversario de su entrada en la arena política con una huelga de 24 horas. A diferencia de la del año pasado, esta huelga es netamente política. Los mineros del carbón, apoyados por trabajadores de otras ramas, piden la renuncia del Gabinete presidido por Nikolái Rizhkov, la disolución del Soviet Supremo de la URSS y nuevas elecciones universales y directas.

Los mineros de Vorkutá exigen además elecciones directas de presidente del país, la nacionalización de los bienes del PCUS y de los sindicatos oficiales y la liquidación de las organizaciones de este partido en las empresas, según declaró el dirigente obrero Guennadi Storozhenko. Otras regiones incluyen entre sus demandas las de firmar un nuevo tratado de la URSS, privar de los escaños de diputados a los que fueron elegidos por las organizaciones sociales y despolitizar las Fuerzas Armadas y el KGB.

El primer llamamiento a los obreros del carbón durante el 282 Congreso del PCUS salió de labios del presidente soviético, Mijaíl Gorbachov. "No es tiempo para ultimátum, conflictos ni acciones irreflexivas que dividen a la gente y agudizan todavía más la situación. En la sociedad se refuerzan los ánimos en favor de la unión de los esfuerzos de todos. Y yo quisiera dirigirme desde esta tribuna a las colectividades de mineros para que apoyen estos ánimos, en el bien entendido que el trabajo para resolver los problemas que con justicia ellos han planteado se llevará a buen término", dijo Gorbachov en su informe al inaugurar el máximo foro de los comunistas soviéticos.

Desde entonces no ha habido día en que en este congreso no se pida a los obreros que desistan de realizar la huelga planeada para el miércoles. El minero Bujarkov, en nombre de los delegados de las regiones carboníferas, leyó un mensaje, que fue aprobado por el congreso, llamando a los mineros del carbón a no ir a la huelga y al presidente Gorbachov a organizar una mesa redonda para llegar a una solución.

Al mismo tiempo, el Consejo de Ministros de la URSS aprobó una resolución aumentando en un máximo de 22 días las vacaciones de los mineros. Gracias a esta concesión, los que trabajan bajo tierra podrán tener un máximo de 57 días laborales de vacaciones, y los que lo hacen en la superficie, de 45. Sin embargo, ni esto ni el llamamiento del 282 Congreso parecen haber surtido efecto en los ánimos de los mineros.

"Este delegado reflejó los intereses del aparato del PCUS", dijo el dirigente minero Yuri Makárov, refiriéndose al discurso de Bujarkov. "Continuamos firmes en nuestros propósitos, y debo advertir que no conviene amenazar a los obreros", declaró el líder de Donbás, Yuri Bóldarev, al comentar las palabras del jefe del Parlamento, Anatoli Lukiánov, en cuanto a que "el Gobierno puede perder la paciencia". Ayer un representante de Kuzbás pidió en el congreso comunista que tanto Gorbachov, -que se entrevistará con los mineros el miércoles para intentar evitar la huelga-, como el presidente ruso, Borís Yeltsin, se entrevisten con los obreros.