Garzón procesará en agosto a los 31 querellados en relación con la mafia gallega del narcotráfico

Baltasar Garzón, juez central número 5 de la Audiencia Nacional, no ordenará más detenciones en relación con el sumario de la mafia gallega del narcotráfico hasta que no dicte auto de procesamiento contra los implicados en el sumario 13190, según ha sabido este diario de fuentes próximas a la investigación del caso. Dicho auto estará listo para primeros de agosto e incluirá a la totalidad de los 31 querellados por el fiscal antidroga, José Aparicio Calvo-Rubio, que fueron buscados durante la gran redada del pasado 12 de junio. Garzón no concederá tampoco ninguna nueva libertad provisional mientras no esté ultimado el auto.

Es muy probable que el número de procesados se eleve a 37 o 38, ya que el juez ha iniciado los trámites para incorporar al proceso varios sumarios entre los que destaca el de la incautación de 475 kilos de cocaína en Verín y Allariz (Orense) el pasado mes de mayo, por tratarse de casos conexos.Los procesamientos lo serán por delitos contra la salud pública (tráfico de droga) y blanqueo de dinero, y se fundamentarán en los datos que el juzgado dispone en la actualidad, es decir las denuncias del arrepentido Ricardo Portabales, las declaraciones y careos de los implicados, así como la documentación intervenida en los registros practicados.

La fuentes informantes no descartan que, más adelante, una vez establecidas las bases procesales de la Operación Mago, puedan producirse nuevas denuncias y detenciones en relación con este caso.

En la actualidad permanecen en prisión 19 de los implicados en el sumario 13/90 abierto por el juez Garzón en relación con este caso. Se trata de Celso Barreiros- Rodríguez, Daniel Carballo Conde, Manuel Charlín Pomares, Luis Falcón Pérez, Narciso Fernández Hermida, Carlos Goyanes González Perojo, Tomás Leis Carlés, Ramón Longa Vidal, José Longa Vidal, Ramón Javier Lorenzo Viñas, Francisco Javier Martínez San Millán, Laureano Oubiña Piñeiro, Manuel Padín Gestoso, Albino Paz Diz, José Paz Carballo, Delmiro Rey Castro, Manuel Rivero González, Álvaro Rodríguez Franco y Ramiro Sancho Casas.

Se encuentran huidos los españoles José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, Vicente Otero Pérez, Terito, Melchor Charlín Pomares y Manuel López Bugallo. Están igualmente fuera del alcance de la justicia española, y muy posiblemente para siempre, los colombianos Pablo Escobar Gaviria, Fabio Ochoa Vázquez y Gustavo Jesús Gaviria Rivero, así como el hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros y el mexicano Miguel Ángel Félix Gallardo. Los dos últimos se hallan en la cárcel, en Estados Unidos y México, respectivamente.

Sólo uno de los detenidos en la Operación Mago ha obtenido la libertad provisional: Marcial Dorado Baúnde, Marcial de la Isla, quien comparte esa situación con Ricardo Portabales Rodríguez, el arrepentido que, mediante sus confesiones ante el juez, hizo posible la apertura de este sumario.

Acusaciones menos graves

La puesta en libertad de Marcial se debe a que las acusaciones de Portabales son mucho menos graves para él que para los otros implicados, según se afirma en medios judiciales. Por la misma razón, ha quedado en suspenso la orden de búsqueda, captura y prisión incondicional cursada por el juez Garzón contra el comerciante suizo de tabaco Michael Haengi, sujeto, junto a Marcial, de la investigación sobre la denominada peseta connection, archivada en Suiza el pasado mes de septiembre. Fuentes próximas a Haengi afirman que éste está dispuesto a declarar ante Garzón voluntariamente.

En medios de la investigación existe satisfacción por la buena marcha de las verificaciones de las denuncias del narcotraficante arrepentido Ricardo Portabales, ya que en varios casos se ha conseguido probar documentalmente que los presuntos narcotraficantes gallegos han mentido para intentar exculparse.

La mayor parte de las versiones de los inculpados de las que existen pruebas de su falsedad fueron mantenidas por los presuntos narcos en los careos con el arrepentido. Éste en todo momento se mostró muy firme y facilitó todo tipo de detalles, que aportaron credibilidad a su versión.

La ruptura de la incomunicación a que estaban sometidos los inculpados en la prisión de Alcalá Meco, puesta de manifiesto al menos por cuatro de ellos en su declaración judicial, tuvo como resultado que todos los detenidos mantuvieron ante el juez, tanto en los interrogatorios como en los careos, que no conocían a Portabales y que habían oído decir que tenía fama de estar loco. Un abogado ha señalado que los encartados, cuando se pusieron de acuerdo en la cárcel no estaban asesorados por un letrado y por ello han negado hasta lo evidente. Muchos de los detalles ofrecidos por Portabales y contradichos por los inculpados han podido ser comprobados, con facturas en algunos casos, registros oficiales de asistencia en otros, etcétera.

En su afán por negar, algunos de los acusados han afirmado que nunca se alojaron en un determinado hotel o asistieron a un bingo en el que se realizaron operaciones de compraventa de droga, y que fueron presenciadas por Portabales. El juez dispone ya de documentos que acreditan que los inculpados mintieron.