Mircea Pascu,
presidente de la Federación Rumana de Fútbol, explicó ayer las normas que regirán la salida de futbolistas de aquel país. Los clubes europeos que deseen contratar jugadores rumanos deberán pagar un mínimo de un millón de dólares (unos 103 millones de pesetas). Además, los clubes rumanos sólo podrán exportar un máximo de tres hombres menores de 28 años, mientras que, a partir de esa edad o en los casos en que sumen más de 40 actuaciones internacionales, no existe límite alguno. Hasta la caída del régimen de Nicolae Ceausescu, el único modo que tenían los futbolistas de jugar en otro país era pedir asilo político.
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