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Albania busca a Occidente por el Oriente

La diplomacia de Tirana abre tímidamente sus puertas

El vuelo comercial de Swissair Estambul-Tirana-Zúrich modificó su horario habitual, adecuándose a las necesidades de Adil Cancani, el presidente del Consejo de Ministros albanés, quien volvía de efectuar "una visita histórica" a Turquía. Esta primera visita de un jefe del Gobierno albanés a Turquía forma parte de la nueva estrategia diplomática albanesa.

El régimen de Tirana busca su engranaje con Europa mediante la intensificación de las relaciones balcánicas y el acercamiento a la Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea (CSCE). "Los Balcanes no pueden quedar al margen de los cambios en el mundo y en Europa", expresó Cancani en Ankara.Si bien un diplomático occidental en Tirana califica de radical el cambio en la política exterior albanesa -pues para otoño se espera la reapertura de las embajadas soviética y norteamericana- Patrag Payan, director de cooperación multilateral del Ministerio de Exteriores albanés, minimiza el alcance del viraje diplomático, situándolo en el marco de un proceso de evolución. Las palabras cambio y reforma parecen tener connotaciones demasiado fuertes para los funcionarios albaneses, como si éstas llegaran a significar que en el pasado se han cometido errores.

Sin embargo, desaparecieron las calificaciones tradicionales de las superpotencias -los imperialistas en el caso de los norteamericanos y los hegemónicos para los soviéticos- para reconocer que el proceso de distensión ha comenzado. Los primeros periodistas soviéticos y americanos entraron en Albania, mientras que el conocido periodista estadounidense Cyrus Sulzberger fue premiado con una entrevista concedida por Ramie Alta, la primera que el presidente albanés ofrece a los medios extranjeros.

Por otra parte, el acercamiento a la CSCE, "que será gradual" y que según Payan durará un par de años, desató algunos cambios internos: se estableció el Ministerio de Justicia suprimido hace 30 años, y se introdujo el oficio de abogado defensor en los tribunales. Anteriormente, el acusado no tenía derecho a la defensa.

Payan prevé cambios legislativos en Albania, pero rehúsa reconocer que los derechos humanos en Albania no sean respetados según los criterios internacionales. Según él, el proceso de la democratización se ha iniciado: se expiden los pasaportes; se respetan las minorías y habrá elecciones libres -tres o cuatro candidatos para los puestos en el Partido del Trabajo Albanés (comunista)-.

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Fin del aislamiento

La decisión de romper con el autoaislamiento, cuya consecuencia es el desconocimiento práctico, aunque no teórico, de las prácticas políticas occidentales, los albaneses pensaban que su entrada en la CSCE sería más rápida. Enfrentados con la realidad desconocida, pero dura, el Gobierno comenzó a cambiar el lengaje oficial: se menciona la democratización y se enfatizan las ventajas del pluralismo en el pensamiento.Las necesidades de cooperación económica con el extranjero y el miedo a quedar marginados en la Europa de 1993 han acelerado los contactos diplomáticos albaneses con los países occidentales. "Albania quiere participar en la construcción de la Europa de los pueblos", afirma Payan, pero pone por delante un requisito: "Que no haya condiciones políticas".

El intento de sumarse gradualmente a los cambios en el Este y participar en Europa, sin abandonar la lógica del sistema rígido que representan, contribuye a que los funcionarios albaneses hablen y piensen con una ambigüedad desesperante.

"Albania se abrirá pronto y actuará según nuestros estándares o quedará completamente fuera", concluye tajantemente un hombre de negocios italiano, después de tres días de visita a Tirana.

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