'Juego de niños' aprueba los exámenes, se va de vacaciones y cambia de presentador

El programa concurso Juego de niños ha obtenido excelentes notas en su tercer curso televisivo y ha decidido tomarse vacaciones estivales. Ignacio Salas, su presentador, se retira para dar paso a otro profesor cuyo nombre todavía se desconoce. Como fiesta de fin de curso, que no de carrera, esta tarde los responsables del concurso han preparado un programa especial con la participación de los integrantes del grupo teatral La Cubana. El programa será un resumen de la temporada con estructura normal, aunque se han seleccionado para el examen final algunas de las frases más originales.

Para cerrar la temporada se ha preparado un programa especial que se emitirá esta tarde a la hora habitual, las 18.10 horas. Los integrantes de La Cubana se lo comerán y beberán todo ellos solitos. Serán los concursantes y los famosos invitados e incluso sustituirán a Romina y Al Bano que, en el último momento, no podrán acudir a ocupar su lugar en el concurso.Todo en broma y en serio pero, en cualquier caso, el examen de fin de curso será duro porque tendrán que acertar las palabras que corresponden a las definiciones que durar pasado año han tenido más éxito por su originalidad. En el plató estarán también dos de los niños más simpáticos que han salido en pantalla, los ya famosos Mare y Pedrito, que serán los encargados de entregar los premios finales.

Salas abandona

Ignacio Salas no continuará la próxima temporada por decisión propia, y todavía no se sabe el nombre de su arriesgado sustituto. "Me parece una provocación continuar; cuando se cambia de curso se cambia de profesor", explica Salas "Para mí ha sido una experiencia fantástica y me lo he pasado muy bien, pero no me gusta permanecer más de un año haciendo lo mismo. Aquí, si repites dos años acabas en el circo de Teresa Rabal o con Torrebruno". Por ahora Salas no tiene ningún nuevo proyecto en perspectiva, ni tampoco el menor interés en buscarlo: "Soy fijo de la casa y tengo que hacer cosas para justificar el sueldo, pero hace años que me he autojubilado. Después siempre salen cosas, pero no me gusta encasillarme".Por su parte, el director del espacio, Miguel Obiols, lamenta que Salas deje el programa, aunque comprende sus razones: "Nos lo hemos pasado muy bien y creo que él también se ha divertido. Ahora estamos diseñado algunos cambios para la próxima temporada que no afectarán a la estructura básica". Obiols no quiso adelantar el nombre del nuevo presentador, aunque confesó que mantenían conversaciones con un profesional de la comunicación de Barcelona.

"Estoy muy satisfecho del resultado de esta temporada; creo que ha sido la más interesante porque todo ha sido coherente, desde las definiciones de los niños a la presentación de Ignacio Salas. Ha salido redondo y el balance es muy positivo". De hecho, en los momentos de mayor audiencia se llegaron a concentrar seis millones de españoles ante el televisor, y durante todas estas semanas el nivel de aceptación se ha mantenido en los lugares más altos de la clasificación".

Obiols se ha especializado en los programas infantiles; anteriormente fue el guionista de espacios de TVE-Cataluña como Terra Xescudella, Quitxalla y Planeta imaginari. Este último obtuvo también un importante éxito de audiencia y se emitió durante varios años para toda España. La pasada temporada TVE-Cataluña volvió a emitirlo.

La idea original del programa procede de Estados Unidos, donde obtuvo un notable éxito. En España empezó a emitirse a partir de marzo de 1988 con algunas modificaciones. Salas explica: "En Estados Unidos el programa se utiliza para aprovecharse de los niños, pero aquí Obiols y el resto del equipo han sabido realizar un programa que potencia a los niños y no los utiliza, sino que les hace un homenaje. Es un pedagogo y un cuentista [Obiols], porque vive de escribir cuentos". Obiols ha sido desde el primer momento el director y guionista del espacio, y también el creador de los famosos Gallifantes, la estrambótica mascota del programa, mezcla de gallina y elefante.

El concurso siempre ha mantenido la misma estructura: dos parejas de concursantes adultos formadas por un personaje popular y un espectador tienen que adivinar una palabra a partir de las fantásticas definiciones que de ella hacen escolares de toda España, de 5 a 10 años de edad. El próximo curso cambiarán los decorados, pero los gallifantes repetirán.