Esta vez no hay penaltis
Curioso mundo este del fútbol. Curioso cómo jugadores y equipos pasan del cielo al infierno sin tiempo para deternerse en el purgatorio. Curioso deporte que, en esta fase final del Campeonato del Mundo y en apenas diez minutos, cambia la condición de campeón de un grupo por la de simple repescado. Y todo esto, cuando sólo llevamos diez días de competición. ¿Qué nos depararán los veinte restantes? Supongo que sorpresas, confirmaciones, nuevas estrellas Y, por supuesto, decepciones.Nuestro partido frente a Corca del Sur fue preciso. Llegó en el momento exacto. La selección ofreció apuntes de lo que debe ser porque todavía no estamos en el final del camino Ni todavía quedan muchas burbujas mágicas en esta cosecha de futbolistas. Y entre ellas, un hombre que necesitaba algo así: Michel. -Qué gran jugador y qué demostración hizo!
La victoria ante los surcoreanos nos permite valorar en su justo término el punto obtenido cuatro días antes, frente a Uruguay, a base de sufrir. Fue un punto de oro que nos permite afrontar la clasificación con tranquilidad.
Ahora nos encontramos en ese curioso dilema de qué rival preferirnos, como si alguna de las 15 selecciones que se van a clasificar por añadidura fuera una perita en dulce.
Hay gente que habla de quedar los segundos para ver si nos enfrentamos a Egipto, como si una selección que se clasificara por delante de Holanda, Inglaterra e Irlanda fuese fácil.
Más curiosidades. Se habla de Yugoslavia, la selección que tanto miedo metió en el cuerpo a algunos tras el partido amistoso que disputamos durante la fase de preparación.
Por encima de todas estas especulaciones, está el ansia de ganar de un equipo, el deseo de seguir el camino que iniciamos el pasado domingo ante los asiáticos.
Hay que aprovechar el impulso y proyectarse hacia delante. Es la hora de demostrar lo que vale esta selección. Con la ventaja de tener asegurada nuestra clasificación y el tener que enfrentarnos hoy a un rival que conocemos bien, podemos poner un buen broche a esta primera fase. Podemos conseguir la pequeña ventaja de jugar la segunda fase en Verona, lo que implicaría un ambiente menos hostil, no volver a hacer las maletas, no visitar otro hotel.
Hay una cosa segura. Este partido frente a Bélgica no se decidirá por penaltis como aquel tan triste para nosotros de México 86, cuando nos quedamos fuera de las semifinales por culpa de ellos.
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